La Unión Europea da un paso decisivo en la regulación de cosméticos al prohibir desde el 1 de septiembre todos los esmaltes y geles de uñas semipermanentes que contengan óxido de trimetilbenzoildifenilfosfina (TPO) y dimetiltolilamina (DMPT), conforme al Reglamento 2025/877 aprobado en mayo.
Esta medida, que se aplica en todos los Estados Miembros, responde a la reclasificación de ambos compuestos como sustancias "carcinogénicas, mutágenas o tóxicas para la reproducción" y pone de relieve el principio de precaución que orienta la normativa europea en materia de salud pública.
Durante los últimos años, el negocio del cuidado de las uñas ha experimentado un auge notable, con el arte de las manicuras semipermanentes liderando la demanda tanto en salones profesionales como en hogares.
Las fórmulas de gel populares en este mercado incluían hasta ahora ingredientes como TPO, clave para garantizar el secado rápido y el acabado brillante característico mediante el uso de lámparas LED o UV.
No obstante, investigaciones recientes han evidenciado que, si bien la exposición es baja durante su aplicación, existe un riesgo potencial para la salud asociado a la acumulación de estas sustancias a largo plazo.
La propia Comisión Europea ha recalcado que tanto el TPO como el DMPT pueden alterar el sistema endocrino, afectar la fertilidad, y están relacionados con el desarrollo de cáncer y mutaciones genéticas.
El Reglamento 2025/877 actualiza la ley de cosméticos vigente desde 2009, integrando una visión más estricta ante compuestos considerados disruptores endocrinos o CMR, reforzando así el compromiso del bloque europeo con la protección del consumidor.
La prohibición no solo afecta a la venta y comercialización sino también al uso doméstico y profesional de todos los productos que contengan estos ingredientes en su formulación.
Fabricantes y salones de estética afrontan el reto de reformular sus líneas de esmaltes semipermanentes, eliminando los compuestos señalados y buscando fotoiniciadores alternativos que aseguren la misma calidad y durabilidad. El proceso implica también una adaptación en la cadena de suministro y una revisión exhaustiva de los inventarios existentes.
Las autoridades sanitarias insisten en que los consumidores eviten el empleo de esmaltes con TPO y DMPT aunque ya se encuentren en casa. Para minimizar riesgos, recomiendan adoptar periodos de descanso entre una manicura y otra, no exceder el tiempo de uso del esmalte en uñas, y revisar detenidamente las etiquetas antes de cualquier compra o aplicación.
Los fabricantes, por su parte, han ampliado las fórmulas libres de estas sustancias, manteniendo la gama de colores, durabilidad y acabado para satisfacer la demanda del mercado sin comprometer la seguridad de los usuarios.
Esta nueva normativa europea marca un hito en la vigilancia y control de ingredientes cosméticos, y refuerza la confianza en los productos comercializados en la UE, al priorizar la salud frente a las tendencias de belleza. Además, exige a las marcas una mayor transparencia en el etiquetado y el compromiso con la innovación responsable, bajo la premisa de ofrecer a los consumidores opciones seguras y de calidad.
