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Cada verano, sobre todo en zonas turísticas de nuestro país, las trenzas africanas vuelven a ponerse de moda.

Su estética, con el toque 'playero' y la comodidad de no tener que peinarse cada día, hacen que muchas personas opten por este estilo.

Sin embargo, lo que para algunos es una tendencia veraniega, puede convertirse en un grave problema para la salud capilar.

Así lo confesó el dermatólogo especializado en alopecia, Óscar Muñoz Moreno, durante el programa Y ahora Sonsoles.

"El pelo no aguanta que lo estiren mucho tiempo, aunque sea durante pocos días o con extensiones", explica.

Tal y como detalla, las trenzas ejercen una tensión continua sobre el folículo piloso que acaba provocando lo que se conoce como "alopecia traccional".

Esto pasa, por ejemplo, con peinados muy apretados como coletas, moños o trenzas y con extensiones o con el uso de gomas y accesorios que estiran demasiado la raíz.

Al principio, si se detecta a tiempo, el pelo puede volver a crecer. Pero si la tensión se mantiene durante meses o años, el daño puede ser permanente  con las zonas afectadas sin pelo.

Muñoz recuerda que los primeros casos famosos saltaron a la prensa internacional con top models como Naomi Campbell, que sufrió calvas visibles por este tipo de peinados.

Aunque el pelo africano o asiático suele resistir algo más, el dermatólogo insiste. "Todos los pelos van a sufrir, por lo que hay que evitar este tipo de peinados. Se han visto siempre las alopecias traccionales, ocurre en todas las edades", confiesa.

En su consulta es habitual encontrarse con mujeres de entre 30 y 50 años que presentan pérdida de cabello en las sienes o patillas tras años de recogidos muy tensos

Ante ello, la advertencia es clara: "La única solución que tiene es trasplantar el pelo". "No hay ningún peinado traccional seguro, igual que no hay ninguna extensión segura", señala. 

Recomienda limitar al máximo el uso de extensiones y evitar que el pelo esté bajo tensión de forma prolongada. 

En el caso del cabello africano, subraya que es "muy bonito, pero muy frágil", y que con este tipo de trenzados "el daño es brutal".

El peligro no solo es teórico. Nalaya, una joven que siguió esta moda, lo ha vivido en sus propias carnes.

Nalaya Maldonado contando su testimonio. 'Y ahora Sonsoles'.

Este verano, antes de ir a la playa, decidió volver a ponerse trenzas africanas para evitar peinarse cada día. 

El resultado fue devastador: tras una semana con ellas, al quitárselas perdió mechones completos de cabello y quedaron zonas con calvas.

"Las modas, muchas veces, suelen ser peligrosas", admite Nalaya, quien ahora lidia con las consecuencias.