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Las recetas mágicas para la pérdida de peso son una constante en publicidad y redes sociales, pero historias como la de Bastian, creador de contenido en Youtube, ponen en valor una verdad innegable: la transformación es posible con disciplina, esfuerzo y dedicación.

Bastian, un joven colombiano de 21 años, a través de sus redes sociales compartió su viaje personal y la alimentación que lo llevó a perder más de 45 kilos en solo ocho meses, todo desde la comodidad de su hogar y basándose en su propia investigación.

Sin duda, su testimonio es un poderoso recordatorio de que, a veces, la clave del éxito reside en la voluntad inquebrantable de cambiar.

Antes de su notable transformación, Bastian describe su antigua alimentación como "supermala". Estaba acostumbrado a comer en exceso, cada media hora, y su dieta estaba repleta de fritos, azúcares, gaseosas y comida basura como hamburguesas, pizzas y salchipapas.

Incluso después de una comida principal, si sentía hambre, seguía comiendo, lo que lo llevaba a consumir "demasiado".

El primer paso crucial en su camino fue un cambio drástico y total en su alimentación, una transición que, según él, fue extremadamente difícil al principio.

Confiesa haber sentido que nunca podría acostumbrarse a comer menos y de manera más saludable. Sin embargo, un día, una determinación férrea lo invadió: "No, yo sí puedo y lo voy a lograr y me voy a esforzar lo suficiente para cambiar porque ya no quiero verme más gordo". Esta fuerza de voluntad fue el motor de su éxito.

La piedra angular de su plan fue una reestructuración alimentaria rigurosa. Bastian eliminó por completo los fritos, azúcares, refrescos y comida chatarra.

En un consejo contundente, incluso recomendó dejar el aceite vegetal, calificándolo de "superdañino" y advirtiendo que el azúcar solo "inflama y engorda".

En contraste, aumentó drásticamente el consumo de proteína (huevos, pollo, carne, pescado, atún) y verduras (ensaladas de tomate, cebolla, aguacate, brócoli, lechuga), sugiriendo comer "bastante" de ambos. El consumo de carbohidratos (arroz, papa, pastas) se redujo significativamente, limitándolos a pocas cantidades.

De esta manera, Bastian compartía en su canal de Youtube su menú diario y admitía tajante: "Literalmente comía lo mismo en mis desayunos, almuerzos y cenas".

Para el desayuno elegía una opción sencilla compuesta por tres huevos cocidos, dos panes integrales y, ocasionalmente, una fruta como manzana o plátano.

En el almuerzo, Bastian optaba por pechuga asada (cocinada sin aceite en un sartén muy caliente), acompañada de ensalada de verduras y una pequeña porción de arroz. A veces, reemplazaba la pechuga por carne o pescado y siempre bebía agua.

A media tarde, en la merienda, siempre apostaba por una gelatina sin azúcar que preparaba el día anterior y acompañaba con plátano picado, una estrategia que le ayudaba con la ansiedad por el dulce.

Por último, en la cena disfrutaba de tres huevos batidos con cebolla y tomate picados, y un poquito de arroz. Bastian enfatiza que la alimentación es "lo más importante" en cualquier proceso de cambio corporal.

Además, también lanza una importante advertencia a todos sus seguidores: "Uno se puede matar haciendo ejercicio, pero si no se cuida en la alimentación, no conseguirá nada".

Finalmente, Bastian deja un mensaje claro y directo para todas las personas que quieren adelgazar: "Aunque el comienzo sea difícil, no hay que rendirse, ya que el esfuerzo vale la pena y los resultados son geniales".

El cuerpo se adapta con el tiempo, y el cambio, aunque gradual, es totalmente posible si se aborda con disciplina, esfuerzo y dedicación. La historia de Bastian, 21 años, es un faro de esperanza que demuestra que, con la actitud correcta, cualquiera puede lograr un cambio significativo en su vida.