No es ningún secreto que una sonrisa bonita puede abrir muchas puertas. Y si hay algo que muchas personas desean, es tener unos dientes blancos y cuidados. El café, el tabaco o la falta de una buena higiene bucal son algunos factores que hacen que se tengan unos dientes amarillos.
Sin embargo, no todos pueden permitirse un tratamiento profesional de blanqueamiento dental, y muchos recurren a productos comerciales que prometen resultados milagrosos, aunque a veces con riesgos.
¿Y si el secreto estuviera en casa? Irene, química e investigadora española, ha compartido en redes sociales los fundamentos científicos que se esconden detrás del blanqueamiento dental y cómo se puede aprovechar el poder de la química sin dejarse un dineral.
"Los dientes se tiñen con el tiempo, se ponen amarillos y nos ha pasado a todos", comienza explicando. Lo importante, añade, es entender qué hay detrás de ese proceso y cómo combatirlo de forma segura.
Según Irene, todo tiene que ver con una sustancia muy conocida: el peróxido de hidrógeno, más conocido como agua oxigenada. "Normalmente, lo que se hace es usar productos químicos que penetran en el esmalte y arrancan los pigmentos", explica.
En concreto, el agua oxigenada tiene la capacidad de romper los compuestos que provocan el color amarillento de los dientes. En cuanto a los tratamientos dentales, la experta lo tiene claro: "Su trabajo es penetrar bien la dentadura, lo que hace que los dientes estén más sensible, y romper los compuestos que hacen que los dientes se vean amarillos o coloreados", señala.
Es decir, el blanqueamiento dental no es magia: es una reacción de oxidación controlada. Eso sí, la especialista advierte que no todos los productos son iguales, y que la clave está en la concentración y cantidad del agente oxidante.
"Por ejemplo, en casa, los productos que utilizamos suelen ser bajitos para nuestra seguridad. Para un tratamiento más efectivo hay que ir al odontólogo de confianza", recomienda.
"Aun así, es verdad que hay una variedad de productos que se pueden comprar para blanquear los dientes. Lo único que tienes que ver es la concentración de este agente oxidante. A más cantidad, más efecto blanqueante", asegura. Eso sí, antes de lanzarte a probar cualquier método, Irene pide consultar con un profesional.