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En nuestro país, millones de mujeres utilizan anticonceptivos orales como método habitual para prevenir el embarazo. Son cómodos, eficaces y muy utilizados, pero lo que muchas no saben es que su eficacia puede verse afectada por algo tan cotidiano como un alimento.

Se estima que la efectividad de las pastillas es del 91%. Sin embargo, este porcentaje puede disminuir dependiendo de los hábitos alimenticios y la rutina de cada paciente, ya que hay ciertos alimentos que pueden alterar la absorción y funcionamiento en el cuerpo.

Así lo ha advertido Carlota Serra Jorba, graduada en Farmacia por la Universidad de Barcelona, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrinóloga. Serra explicó a través de sus redes sociales que si mezclas los anticonceptivos con determinados alimentos, "puedes quedarte embarazada".

Según explica la farmacéutica, uno de los alimentos que más problemas puede causar si tomas anticonceptivos son las semillas de chía y de lino, tanto molidas como enteras. Estos ingredientes tan de moda contienen fibra soluble, una sustancia que, al mezclarse en el estómago, forma una especie de gel espeso "que va atrapando todo aquello que se encuentra por el camino", señala.

Ese "moco" gelatinoso puede envolver las hormonas de la pastilla antes de que lleguen al intestino, que es donde deben absorberse para hacer efecto. Si la píldora queda atrapada, el cuerpo simplemente la elimina sin llegar a beneficiarse de su acción anticonceptiva.

"De esta manera, si tomas chía o lino junto con las anticonceptivas, estas quedarán atrapadas en ese moco que se forma, y su absorción disminuirá. El efecto puede ser menor y cabe la posibilidad de quedarse embarazada", advierte la experta. Por eso, es fundamental dejar pasar al menos una o dos horas entre la ingesta de estos alimentos y la píldora.

Además de las semillas, hay otros alimentos y bebidas que pueden interferir con la eficacia de la píldora anticonceptiva, aunque no siempre lo tengamos en cuenta. Uno de los más conocidos es el zumo de pomelo, que puede alterar el metabolismo de ciertos medicamentos en el hígado, provocando que su efecto se vea reducido.

También es importante tener precaución con el consumo excesivo de cereales integrales. Aunque son saludables, si se toman en grandes cantidades pueden acelerar el tránsito intestinal, lo que reduce el tiempo que el cuerpo tiene para absorber correctamente la píldora, disminuyendo así su eficacia.

Por otro lado, aunque es menos frecuente, el consumo excesivo de alcohol y ciertos productos elaborados con soja también pueden alterar, de forma indirecta, el equilibrio hormonal del cuerpo. En algunos casos, estos alimentos pueden interferir en la metabolización de los estrógenos o afectar la regularidad del ciclo, lo que podría comprometer la efectividad de los anticonceptivos orales.

Se trata de un riesgo silencioso que muchas personas pasan por alto, especialmente quienes optan por una dieta saludable sin imaginar que algunos alimentos pueden interferir con la medicación. Por eso, si estás tomando la píldora, lo más recomendable es consultar siempre con un profesional sanitario para asegurarte de que tu alimentación no esté afectando el efecto de las pastillas.