Valencia

El doctor Pedro Cavadas compareció este viernes ante los medios de comunicación para informar de una exitosa operación de su fundación a un joven con multitud de tumores por cáncer de piel, y reveló que ya ha sido vacunado contra la Covid-19. "¿Lo ha hecho convencido?" -le preguntaron tras las dudas que manifestó hace unos meses sobre los posibles efectos adversos, la encefalitis en particular, que podría provocar la administración de las vacunas debido a la premura en su dispensación-.

"Ni convencido ni no convencido: lo he hecho porque toca, porque hay que hacerlo", respondió. "Tampoco pago impuestos convencido, pero los pago. Si tuviera que pagar impuestos convencido pagaría menos. Es lo que hay", agregó. El cirujano bromeó al inicio de su comparecencia. "Si hago cosas raras ya sabéis lo que es", dijo tras informar de su vacunación. "Todo lo que haya dicho mal hoy son efectos adversos", insistió.

También se mostró crítico sobre la repercusión de sus palabras, y subrayó que venía esta vez a hablar de "cosas serias", en referencia a la operación de Reginaldo Carlos Mguema, el albino negro al que ha extirpado un "zafarrancho de tumores".

Después trató de huir de la polémica al ser preguntado sobre la evolución de la pandemia. "El futurismo no es mi especialidad", manifestó esquivo. "Creo que es de sentido común la caída, la gente está en su casa, y si no se habla y no se escupe, cae el problema", indicó.

Cavadas, sin embargo, advirtió del peligro de relajarse. "Como ya ha bajado, sueltas a los niños y se vuelven a tocar, a escupir, a hablar, a hacer cosas humanas y luego vuelve otra vez. Es jugar al gato y al ratón", manifestó. Por ello tildó de irreales los datos positivos e invitó a mantener las precauciones. "Si encierras a la gente en su casa sin salir tienes incidencia cero, pero es irreal, con lo cual es ir jugando".

"Vine sin cita y me salvó"

El acto convocado fue para detallar la operación de Reginaldo. "Vine sin cita y me salvó", agradeció este viernes el paciente de cáncer de piel. Este estudiante de Pedagogía de 30 años destinó la ayuda económica que había recibido en Guinea Ecuatorial a sufragar el visado y el vuelo a España, ya que el doctor no está operando en África por la pandemia.

Su piel blanca es un serio contratiempo en África, donde la radiación que ha sufrido pese a su juventud "equivale a la de pacientes pelirrojos de 90 o 100 años que podemos ver en Europa", según Cavadas.

El mayor de los tumores lo tenía en la cara. "Le invadía los nervios, el esqueleto y hasta la boca", describió el médico. La primera intervención se la realizaron con éxito el 28 de diciembre, y en enero procedieron a realizar otras dos para eliminar el resto, el "zafarrancho".

Su esperanza de vida era corta. "En año y medio habría muerto de forma miserable", aseveró Cavadas, que agregó después que podría haber sido en "menos de un año". Ahora, por contra, le espera "un largo periodo por delante si todos hacemos las cosas bien". La protección solar y las revisiones médicas serán cruciales.

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