Un hombre ha sido condenado por la Audiencia Provincia de Salamanca a cuatro años de prisión por un delito continuado de estafa, así como con la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo del ejercicio de la profesión de comerciante. Además, deberá pagar diez meses de multa con una cuota diaria de 12 euros e indemnizar a varias empresas cárnicas con un montante total superior al millón y medio de euros. 

Así se recoge en la sentencia contra el acusado por estafar hasta a cuatro empresas de cárnicos y derivados en el año 2006. Para ello se basó en que era socio mayoritario del grupo promotor Kipen SL, del que llegó a ser administrador único. Esta se dedicaba a la explotación comercial de cárnicos y derivados y así llegó en octubre del citado año a uno de los estafados, al que comenzó a comprar productos que fueron incrementando "de forma que aparentaba la solvencia de la sociedad".

De hecho, posteriormente dirigía los pedidos a otras empresas que también controlaba, consiguiendo buenos informes bancarios. Con ese amparo, fue haciendo pedidos que se abonaban con pagarés con un vencimiento de 90 días, de modo que la facturación pendiente de pago fue en ascenso. Para hacer frente a la facturación, la víctima constituyó una nueva sociedad y continuó la relación comercial con el ahora condenado. 

Este, de hecho, amplió sus contactos a otras tres empresas con el mismo 'modus operandi' e, incluso, llegó conminarles a que tenían que seguir suministrándole productos para que vieran atendidos los pagos hasta que ya en 2007 dejó de pagar, con importantes cantidades pendientes de abono superiores al millón y medio de euros. 

Por ello, finalmente la Audiencia Provincial ha condenado al susodicho a cuatro años de prisión, así como a hacer frente a las deudas contraídas entonces.