La provincia de Valladolid está siendo la más maltratada por el fuego en esta primera parte del verano. No en vano, según las últimas informaciones facilitadas por la Junta de Castilla y Léon hasta seis de los doce últimos incendios se han dado allí. 

De hecho, el más peligroso hasta la fecha, aunque ya controlado, ha tenido lugar en Villagarcía de Campos. Este, que llegó a nivel uno, ha quemado más de diez hectáreas de arbolado. Aunque no ha sido el más extenso, sí es el que más ha preocupado por la propia climatología y la superficie en la que se encontraba. 

A esta se han sumado otros menores, uno incluso en el propio término municipal de la capital, extinguido ya con más de una hectárea quemada, y otros extinguidos y en perimetración en Renedo de Esgueva, Medina de Rioseco o Aldeamayor de San Martín. 

Por último hay uno activo en Viloria, originado poco después de las 9:30 horas aunque de poca consideración ya que en la zona solo estaban trabajando los bomberos municipales. 

El resto de incendios se han dado en Burgos, León, Palencia y Zamora. En la primera de las provincias, las llamas en Avellanosa de Muño ardieron más de 16 hectáreas de cereal y rastrojos y fue originado de manera accidental. 

En León se encuentran controlados los incendios de San Vicente, reproducido en varias ocasiones, y en Villablino, que ha quemado 12 hectáreas de matorral y donde han trabajado también varios medios de extinción. Este último, además, ha sido intencionado. 

En Palencia también se dio un incendio intencionado extinguido en poco más de una hora que tuvo lugar de madrugada en Loma de Ucieza, mientras que otro accidental en Venta de Baños también quemó más de 10 hectáreas de cereal y rastrojo. 

Por último, en Zamora, en Moraleja del Vino, un incendio accidental provocado por las líneas eléctricas se extinguió poco después de las 20 horas tras quemar apenas media hectárea de pasto.