Texto 8

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Sociedad

Sergio Galán y Pablo Hermoso ofrecen una bella tarde de rejoneo en la última de feria de Valladolid

13 septiembre, 2021 09:38

Fue triste después de las espléndidas tardes de asistencia de aficionados que llenaron el coso del Paseo de Zorrilla de colorido y belleza. Hoy estaba triste porque había demasiado cemento: ¿culpa del márketing de la empresa o del precio de las entradas?  

Muchos aficionados se quejaban del precio de las localidades de esta corrida de rejones, que era el mismo que el de las dos corridas con las figuras. En otros cosos valoran este argumento. En fin. Vayamos a lo que dio de sí este final de una feria descafeinada, pero que ha tenido un éxito artístico de mucho calado. 

Gran actuación de Sergio Galán con Ojeda en el primero de su lote. Toreó a placer dando el pecho siempre, muy torero. Ofreció un bellísimo espectáculo y clavó siempre certero. Paseó las dos orejas.

                                                                 

El quinto fue otro gran ejemplar de Bohórquez que dejó a Galán hacer un rejoneo espectacular en todos los tercios. Se vino arriba con un gran toro que dejó al conquense torear a placer. Faenón de dos orejas. Invitó al ganadero a dar la vuelta al ruedo.

                                  

Noble y manejable el primero de Pablo Hermoso de Mendoza, faena correcta, destacando con el caballo Ágora. El navarro toreó muy reunido. Cerró su actuación ejecutando muy bien la suerte suprema. Paseó una Oreja.

                             

Navajero, gran cuarto de Bohórquez, bravo, que permitió a Pablo Hermoso realizar una gran faena. Con Berlín toreó en tablas, cosido a la grupa de su caballo toreó a un gran toro. Invitó al ganadero para que le acompañase.

Bueno fue el tercero que le correspondió a Guillermo Hermoso, ejemplar con clase y al que consintió. Toreó dejándose ver con Ecuador, logrando una faena de trofeos, pero el rejón de muerte cayó defectuoso. Fue ovacionado.

                                    

Se rajó el último de la tarde, pero tuvo cierto celo y brío cerca de tablas. Guillermo Hermoso de Mendoza estuvo con una raza y una decisión encomiable toreando por los adentros y arriesgando con Esencial. Cortó una oreja tras un rejonazo que hizo tardar en doblar al toro.

          

Pablo, su padre, seguía de cerca las evoluciones de Guillermo e indicaba a los subalternos la colocación y otros menesteres de la lidia. Sin duda tenemos a una figura del rejoneo en ciernes. Fue una pena que los rejones de muerte y los toros -que no doblaban- no ayudaran en una tarde tan importante y en una plaza señera para familia Hermoso de Mendoza.

Pablo Hermoso y Sergio Galán saborearon las mieles del triunfo saliendo en volandas del más que centenario coso pucelano.

La banda de música (Asociación Musical de Iscar) que dirige el maestro José Luis Gutiérrez sonó, una vez más, de maravilla. Presidió el festejo Manuel Gutiérrez.