Luis Vicente Pastor, jefe de agrupación de Protección Civil de Zamora capital

Luis Vicente Pastor, jefe de agrupación de Protección Civil de Zamora capital Cedida

Zamora

Soy jefe de Protección Civil y estamos desaprovechados en los incendios: "No estamos para dar desayunos"

"Viendo las imágenes que se transmiten, parece que estamos siempre en los albergues jugando a las cartas o esperando y no es cierto", explica Luis Vicente Pastor.

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Miles de efectivos batallan, de un modo u otro, con el desastre de los incendios en la provincia de Zamora este verano. Bomberos forestales, brigadas, militares, medios aéreos, guardias civiles y, cómo no, voluntarios de Protección Civil.

Un cuerpo preparado, profesional y bien coordinado, cuyo enlace cercano con la población es vital en estas urgencias, donde la población se ve desamparada y con mucho miedo.

Bien lo sabe Luis Vicente Pastor, jefe de Protección Civil de Zamora capital, quien explica que, en los primeros momentos de las evacuaciones por el peligro inminente "nos acercamos a los vecinos para tranquilizarlos, ver sus necesidades y transmitirlas", explica.

Luis Vicente Pastor en San Martín de Castañeda cuando el fuego amenazaba al pueblo

Luis Vicente Pastor en San Martín de Castañeda cuando el fuego amenazaba al pueblo Cedida

Pastor insiste en que la función de Protección Civil es servir de puente entre la ciudadanía y los equipos profesionales: bomberos, agentes forestales, Guardia Civil y equipos médicos.

El jefe de los voluntarios de la capital zamorana reconoce que la labor de estas semanas de su agrupación ha sido intensa, complicada, pero también infravalorada en ocasiones.

Luis Vicente se define como "un verso libre" y no le duelen prendas en reconocer su malestar por el tipo de directrices que, en ocasiones, ha recibido Protección Civil pese a su formación y capacidades.

Y pone como ejemplo que en una ocasión de estos días de desalojos en Sanabria "nos piden que vayamos hasta las 7 u 8 de la mañana al polideportivo de Benavente para dar desayunos. Es decir, se desmovilizó a gente que podría estar atendiendo directamente a los afectados por esa tarea", lamenta.

Según Pastor, la infraestructura, alcaldes y vecinos ya garantizaban estas necesidades básicas, mientras sus efectivos podrían emplearse en tareas más estratégicas y de apoyo logístico en el terreno, "para lo que estamos preparados".

Para Pastor, esto también distorsiona la percepción pública de su trabajo. "Viendo las imágenes que se transmiten, parece que estamos siempre en los albergues jugando a las cartas o esperando. No nos quedamos allí innecesariamente. Una vez que los evacuados están atendidos, nuestros efectivos pueden ser más útiles en el terreno", explica con frustración.

Tal y como ocurrió, por ejemplo, en Puercas de Aliste. Según recuerda Luis Vicente "el director de extinción nos dijo: 'Acercaos por los pueblos para tranquilizar a los vecinos y atender sus necesidades'. Fue entonces cuando sentimos que realmente estábamos haciendo lo que nuestra formación permite".

Allí, la agrupación se encargó de coordinar a los vecinos y mantener control sobre los espacios, algo que asegura "da sentido a nuestra labor" y se recoge en sus estatutos oficiales.

Además de atender a los vecinos, la agrupación puede apoyar directamente a la Guardia Civil. Por ello, durante estos días han controlado accesos a las zonas afectadas, supervisaron movimientos de personas y vehículos y colaboraron en la organización de los albergues.

Pastor subraya que estas tareas son "concretas, necesarias y útiles, y nos permiten cumplir con nuestras competencias como auxiliares de los profesionales de emergencias y seguridad".

Voluntarios de Protección Civil de Zamora ayudando en los desalojos

Voluntarios de Protección Civil de Zamora ayudando en los desalojos Cedida

"Esas son nuestras misiones", insiste, y deja muy claro que "no estamos para hacer de gorrillas ni dar desayunos cuando ya hay medios y gente preparada".

Y es que recuerda que en los albergues esas tareas se cubren con los voluntarios de Cruz Roja, así como el apoyo "fundamental" de los propios vecinos de la zona.

"Tienen más capacidad para atender la situación médica y psicosocial de cada uno e incluso prescribir o facilitar medicamentos que no hayan podido ser sacados por vecinos. Nosotros sumamos, pero cada uno tiene su función", explica.

En Puercas de Aliste, su equipo fue el primero en llegar al albergue provisional de Tábara durante la noche en la que comenzó la evacuación. Allí participaron en los realojos iniciales y acompañaron a los desplazados. "Nuestra ayuda fue importante en el primer instante, pero la solidaridad vecinal y Cruz Roja cubrió rápidamente la logística", asegura.

A pesar de las críticas a la gestión de tareas, Pastor asegura que la entrega de su equipo ha sido ejemplar y no quiere que se tome como algo generalizado. "Hemos estado presentes donde se nos necesitaba, apoyando a profesionales y vecinos. Eso da sentido a nuestro trabajo. Ser voluntario de Protección Civil es estar preparado para lo que realmente importa", concluye.

Así que una vez brindado ese apoyo, Protección Civil se centró entonces en los pueblos donde aún quedaban vecinos, que decidieron no irse tanto en Aliste como en Sanabria. "Atender a esa población, escucharla e informarla fue nuestra misión. La presencia de nuestros vehículos y de nosotros mismos generaba confianza", detalla.

Voluntarios de Protección Civil de Zamora en los pueblos afectados por los incendios

Voluntarios de Protección Civil de Zamora en los pueblos afectados por los incendios Cedida

Su labor ha incluido desde transmitir datos sobre la evolución de los frentes hasta pequeñas asistencias sanitarias. "Si eran cuestiones leves las atendíamos nosotros, y si era algo mayor lo derivábamos a los servicios profesionales sanitarios", apunta.

La importancia de la Red de Radio de Emergencia

Además, cuando las llamas alcanzaron Sanabria, el propio Luis Vicente Pastor también colaboró como miembro condecorado de la Red de Radio de Emergencia (Remer). Un aspecto clave en una zona con serias dificultades de cobertura telefónica. Conoce el territorio "casi piedra por piedra", lo que le permitió identificar los puntos críticos para establecer un sistema alternativo.

Desde el lunes del incendio, desplazó equipos de radio, visitó el cuartel de la Guardia Civil y comprobó las transmisiones. También montó una pequeña malla de comunicaciones que enlazaba vecinos y servicios profesionales, con el objetivo de poder avisar de inmediato ante cualquier peligro y coordinar la asistencia o la evacuación.

Una vez más, la Remer ha sido fundamental para mantener el control en zonas aisladas. "Esto nos permite actuar con rapidez y seguridad, protegiendo a la población", explica, subrayando la importancia de contar con sistemas propios cuando la telefonía falla.

"Los vecinos que no se evacuaron no son unos irresponsables"

Durante las tareas de evacuación en San Martín de Castañeda, Galende, Moncabril o Ribadelago, Protección Civil habló directamente con los habitantes que no querían marcharse y Luis Vicente defiende su postura.

Luis Vicente Pastor, jefe de agrupación de Protección Civil de Zamora capital

Luis Vicente Pastor, jefe de agrupación de Protección Civil de Zamora capital Cedida

"La tónica general es que quieren defender lo suyo. No se les puede tachar de irresponsables", defiende. De hecho, el jefe de la agrupación explica que ayudaron a evacuar a familiares mayores y demostraron conocer muy bien el terreno y ser vitales para los operativos de extinción.

"En muchos casos guiaron a los operativos que no conocían físicamente la zona, incluso apagaron pequeños conatos", justifica.

Tan preparados estaban que, Pastor recuerda que en San Martín de Castañeda los vecinos habían preparado sus casas con bocas de riego y mangueras, y tenían un plan de contingencia: si el fuego avanzaba sin control, se refugiarían en el famoso monasterio.

Los vecinos de San Martín de Castañeda luchan contra el fuego

Los vecinos de San Martín de Castañeda luchan contra el fuego

"Estaban organizados y tenían cabeza. El problema para la administración es que no conoce a cada uno personalmente y asumir responsabilidades en esas tareas es complicado. Pero la gente que se ha quedado ha demostrado conocimiento del terreno y de las consecuencias del fuego", detalla.

Luis Vicente Pastor recuerda lo traumático de las evacuaciones: "Sacar a la gente de su casa y desubicarlas, sobre todo en personas mayores, es muy duro".

Esa experiencia vivida ya en varias ocasiones le lleva a plantear que "habría que revaluar protocolos con alternativas como el confinamiento". Algo que manifiesta "con prudencia, porque la vida de las personas está en juego, pero mi percepción es que habría que replantearse estas decisiones".

En estos terribles días, Pastor ha sido testigo de actos heroicos protagonizados por los propios vecinos. El caso más claro lo vivió en Abejera. Su alcalde, Ángel, junto a una guardia civil de vacaciones, evacuó a una mujer en peligro con riesgo de sus propias vidas. "Los auténticos héroes han sido los vecinos, sus alcaldes y sus pueblos", recalca.

La conclusión, tras semanas de fuego y tensión, es clara: "Hay que conseguir que haya una unión efectiva entre administración, profesionales y ciudadanos. Solo así se mejorarán los resultados".