Lagunas de Villafáfila
Ocho patos muertos en las Lagunas de Villafáfila dan positivo en gripe aviar
La Junta refuerza la vigilancia y las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas de la zona tras confirmar la presencia del virus.
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La Junta de Castilla y León ha confirmado la presencia del virus de la influenza aviar (H5N1) en análisis realizados sobre varias anátidas encontradas muertas en el entorno de las Lagunas de Villafáfila.
El hallazgo se enmarca en el Programa de Vigilancia de la Influenza Aviar y ha motivado un refuerzo de las labores de prevención, control y vigilancia en la zona.
A finales de julio se localizaron ocho patos de distintas especies muertos cerca de Villafáfila. Siguiendo los protocolos establecidos ante posibles enfermedades o intoxicaciones en fauna silvestre, el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora dio aviso a los Servicios Veterinarios de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para la toma de muestras y su análisis.
Los estudios se realizaron en el laboratorio nacional de referencia de Algete, donde la técnica de PCR confirmó la presencia de animales positivos al virus H5N1. Ante este resultado, se han intensificado las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas del entorno de la localidad.
La Junta recuerda que la circulación de virus de influenza aviar es un fenómeno global, con cepas distribuidas de forma desigual. Y añade que en España existe un programa nacional de vigilancia basado en el riesgo, que contempla la alta variabilidad genética del virus y establece sistemas de vigilancia activa y pasiva en aves domésticas y silvestres.
En relación con la salud pública, la administración autonómica subraya que este positivo “no supone ningún riesgo” para la población, ya que la variante del H5N1 detectada este año en Europa carece de capacidad significativa de transmisión a personas.
Además, el patógeno no se transmite a través del consumo de carne de ave cocinada, huevos o productos derivados.
Aun así, la Junta recomienda reforzar las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas, comunicar cualquier sospecha de enfermedad y evitar el contacto con aves silvestres muertas o con síntomas para prevenir la dispersión del virus.
Según los expertos en sanidad animal, el riesgo de contagio en trabajadores expuestos es bajo, pero se aconseja extremar la precaución.