Teo Nieto, durante una eucaristía

Teo Nieto, durante una eucaristía D.F.F. Cedida

Zamora

Teo Nieto, el cura que mantiene vivas 43 parroquias: "El individualismo también se está infiltrando en la religión"

Una lucha titánica de este párroco por mantener viva la llama de la esperanza en una de las zonas más deprimidas de España

25 septiembre, 2023 07:00

Hace unos días el nombre de Teo Nieto volvía al foco público al convertirse en el cura que atiende más iglesias de España. Pero este zamorano huye a toda costa del título y del populismo que puede generar este titular. Y, como no, tiene mil matices a este hecho por el que ha sido felicitado y reconocido dentro y fuera de Zamora por su entrega por insuflar esperanza en una de las zonas más despobladas y deprimidas de nuestro país.

Lo primero que cuenta Teo Nieto a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León es que este trabajo que aglutina a 43 parroquias de la comarca de Aliste no es solo suyo. Él ha sido nombrado párroco de estas Unidades Pastorales, sí, pero esto solo ha sido la culminación de un proyecto que llevaba tiempo en su cabeza: un equipo misionero en la España Vaciada. 

El término 'misionero' se asocia en la memoria colectiva como esos curas y monjas que viajan a los lugares más recónditos para evangelizar y para ejercer labores humanitarias. Y el proyecto de este párroco tiene algo de eso, pero con otro objetivo algo distinto: no dejar morir los pueblos de la Zamora rural. Algo que quiere conseguir a través de la acción pastoral.

Teo Nieto explica que la acción pastoral tiene diferentes fases. Una es la coordinación de las liturgias, es decir, las misas en los diferentes pueblos, en 43 concretamente. Esta es la parte que más puede llamar la atención para el ojo público, pero que para Teo es cuestión de apoyo y organización. "Como decía mi madre: 'entre todos, a poco tocamos'", recuerda el párroco. 

Y para ese "poco" cuenta con un equipo que él va a coordinar, por lo que "no es que yo vaya a hacerme cargo de todas las parroquias". El zamorano ha formado ese equipo misionero con la hermana del Amor de Dios, sor Avelina, compañera desde hace años en su labor litúrgica; el diácono Javier Prieto Prieto, que próximamente se convertirá en párroco ya que está en periodo de formación; el vicario José Alberto, un sacerdote ya experimentado y que se sumó al proyecto en agosto; y dos sacerdotes africanos que, actualmente en período de formación en España.

Teo Nieto junto a su equipo que gestionará las 43 parroquias

Teo Nieto junto a su equipo que gestionará las 43 parroquias D.F.F. Cedida

Teo Nieto recalca que, en formación o no, todo este equipo pastoral "asumirá responsabilidades" en este apoyo de las comunidades que conforman la Unidad Pastoral de Aliste y Alba. Porque para este párroco es "muy importante" la dimensión social que se adquiere a través de la trasmisión de los valores del Evangelio. "Es fundamental crear dignidad y transformar la realidad de estos pueblos", recalca. 

Y es que más allá de la mera celebración de la palabra, es decir, las misas, para Teo Nieto una clave fundamental en la evangelización es el poder transformador y cuidador de la propia comunidad. "Una de las cosas que más nos preocupa es que lo litúrgico no nos robe tiempo de lo afectivo y lo efectivo que ofrecer a los vecinos", explica. Así que este equipo pastoral lleva una organización milimétrica, para llegar a todos ellos, pero nunca descuidando la preocupación y el cuidado de los fieles. Nada de misas a la carrera. 

Individualismo y neoliberalismo

Lógicamente Teo Nieto no puede llegar a la celebración de las misas en las 43 parroquias bajo su cargo. Así que estas se van a dividir entre los dos sacerdotes africanos (que recibirán apoyo hasta dominar el idioma), vicario José Alberto; y el diácono Javier y sor Avelina se encargarán de hacer celebraciones de la palabra (la comunión no se consagra frente al altar).

Pero para este párroco la liturgia consta de tres piezas "que tienen que ir bien encajadas". La Eucaristía, el Día del Señor y la comunidad cristiana. Teo Nieto explica que, culturalmente, la misa "aparte de ser un acto religioso, era un acto de comunidad, y es importante que nos demos cuenta de que antiguamente estas tres piezas estaban unidas".

Aunque nacido en Zamora, lleva 28 años (de sus 29 desde que se ordenó sacerdote) en la comarca de Aliste. Este párroco recuerda que, sobre todo en las zonas rurales, la misa del domingo era un acto de unión social entre los vecinos. Por ello, con este equipo que ha conformado quiere evitar que "los pueblos se desencajen" y se sumen en el "neoliberalismo" que tanto afecta a la sociedad global y separa a las sociedades "que naturalmente necesitan de una comunidad". 

Teo Nieto alerta de que "el individualismo también se está infiltrando en la religión" y pone como ejemplo a las personas que "tienden a decir, bueno, yo me escucho la misa por la tele, que es muy bonita y estoy en mi casa". Pero para este párroco eso supone una ruptura muy peligrosa de la convivencia comunitaria y, por tanto, de la propia esencia de los pueblos, que ya sufren a mayores una despoblación sangrante. Es decir, encima de ser pocos, estar muy solos y sumirse en la resignación de que nada va a ir a mejor. 

Teo Nieto, durante un eucaristía con otros fieles

Teo Nieto, durante un eucaristía con otros fieles D.F.F. Cedida

A Teo le preocupa como este individualismo brutal "destruye no solo a las personas, sino a las propias culturas", ya que recuerda que "somos seres sociales por naturaleza" y si se destruye esa parte de nosotros, la desesperanza se adueña de todo.

Desde el primer momento, para este grupo misionero es "mantener viva la esperanza de la gente". En un momento en el que se están cerrando casas, escuelas, consultorios médicos, bares y demás servicios, para Teo Nieto le parece "muy simbólico que, al menos, su iglesia siga abierta". Este párroco confía firmemente en que el "mejor modo de transformación es la esperanza". 

Este cura, aparte de religioso, se ha preocupado por formarse en psicología y cree que es fundamental que la gente "sea protagonista de su historia". Quiere evitar a toda costa que "la gente caiga en la indefensión aprendida, como pasa en muchos pueblos, que con el tiempo hemos aprendido a no defendernos, sentarnos en una esquina y aguantar el chaparrón". 

Para Teo Nieto ese faro simbólico de que, al menos, la iglesia del pueblo siga abierta para ellos es una chispa para encender la mecha de su esperanza y, por tanto, de la aspiración a un mañana mejor. Y esto es también parte de la evangelización para este incombustible párroco, porque, aparte de las eucaristías, Teo y su equipo se preocupan por las inquietudes, problemas y necesidades de los pueblos a los que acuden. Cuestiones que van más allá de la fe religiosa y que son el pan de cada día de la mal llamada España Vaciada: comunicaciones, falta de servicios, emigración sangrante o escasez de oportunidades.

Teo Nieto dando misa en el campo

Teo Nieto dando misa en el campo D.F.F. Cedida

Un cura todoterreno

Y como Teo no es solo de predicar, también es parte activa de esta lucha social que se ha generado desde hace años en estos territorios rurales especialmente deprimidos como la provincia de Zamora. Este párroco fue es coordinador del movimiento de la Revuelta de la España Vaciada y miembro de la Mesa de sanidad rural en esta misma organización. 

Desde aquí lleva años reivindicando mejoras en todas estas cuestiones, desde la sanidad hasta las comunicaciones y luchando a brazo partido porque el mundo rural pueda tener una igualdad de oportunidades efectivas para sus habitantes. Esta organización exige que se afronte un "reequilibrio territorial urgente", reivindicando el derecho de los habitantes de las zonas rurales a no abandonar su territorio, y entendiendo la despoblación como un problema de Estado.

Teo Nieto dando la comunión a un joven

Teo Nieto dando la comunión a un joven D.F.F. Cedida

Y entre esos habitantes está una pieza clave: los jóvenes. Teo Nieto también es profesor de religión en el IES Aliste, en Alcañices. Así que, lógicamente, aparte de la materia en sí, el párroco intenta "desactivar" en ellos los prejuicios acerca de su propio territorio e intenta inculcar la cultura rural como un valor.

Por eso, intenta desactivar en ellos esos "dogmas" que les hacen pensar que en su propio pueblo no hay un futuro para ellos, que no van a poder desarrollarse. "Intento plantearles que a lo mejor sí, que la vida en el pueblo puede ser digna, que se puede tener futuro aquí, y que se puede construir presencia en el pueblo". Y, como no, el siguiente paso es animarles a unirse a esa reivindicación de conseguir esos servicios mínimos "que les permitan tener igualdad de condiciones".