La subdelegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, y los responsables policiales de la operación

La subdelegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, y los responsables policiales de la operación

Zamora

Engañadas, perseguidas y amenazadas: la Policía pone fin al infierno de ocho mujeres en un prostíbulo de Zamora

La Policía Nacional de Zamora ha liberado a seis víctimas de explotación sexual en un club de alterne en la frontera con Portugal

8 abril, 2022 10:32

La Policía Nacional de Zamora ha liberado a seis víctimas de explotación sexual y ha conseguido el cierre cautelar de un club de alterne ubicado en la localidad fronteriza de San Martín del Pedroso (Zamora). Una operación internacional contra la trata de personas, donde han terminado detenidos y en prisión el dueño del prostíbulo en cuestión y la responsable del mismo. Este club de alterne se valía del engaño para traer jóvenes desde Brasil, con falsas promesas laborales, que contraían una deuda (por los billetes de avión, la ropa y la manutención) con sus captores y eran obligadas a prostituirse y eran perseguidas y amenazadas cuando trataban de huir del prostíbulo ubicado en la provincia de Zamora, en la frontera por Portugal.

La investigación, que ha desarticulado la rama española de la organización criminal, ha recibido el apoyo de la Policía Judiciaria portuguesa en múltiples ocasiones por la implicación de varios de sus ciudadanos. El dueño del prostíbulo y la madame del mismo obligaban a sus víctimas a prostituirse y contaban con la colaboración de ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguir, amedrentar, capturar y devolverlas al club si conseguían escapar antes de pagar su deuda. La organización estaba asentada en España, Portugal y Brasil, siendo en este último país donde captaban a sus víctimas.

El principal responsable de la organización era el propietario del club donde prostituía a sus víctimas en España y quien financiaba los gastos del viaje, incluida la obtención del pasaporte. Tenía contactos en Brasil, que se encargaban de buscar a mujeres que, según ha indicado la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, "sufrían importantes penurias económicas y que tenían familiares a su cargo, cuyo perfil debía ajustarse a una determinada apariencia física y edad, por lo que les pedían fotografías antes de tramitar el traslado". La red criminal facilitaba la entrada en territorio Schengen valiéndose de ciudadanos de nacionalidad portuguesa con residencia en Portugal que emitían cartas de invitación a las víctimas. También las aleccionaban sobre lo que debían manifestar en la frontera para garantizar su entrada en Portugal. El traslado se realizaba vía aérea desde Brasilia a Lisboa principalmente, donde se les proporcionaba la carta de invitación. Allí las llevaban al local del propietario del club por carretera, aprovechando las dificultades que arroja el movimiento sin control por carretera a través de la frontera entre Zamora y Portugal, lo que dificultaba la acción de la justicia, y por consiguiente, facilitaba la realización de su actividad delictiva.

Perseguidas, amenazadas y capturadas

Las víctimas eran captadas en su país de origen (Brasil) a través de conocidos de uno de los detenidos o, incluso, de mujeres de nacionalidad brasileña que ya se encontraban en Europa y que contactaban con las víctimas mediante un grupo de WhatsApp creado a tal efecto.

Algunas de estas mujeres, las que captaban a las víctimas estando en Europa, habían mantenido una relación sentimental con el propio dueño del prostíbulo. Engañaban a algunas de sus víctimas para realizar el viaje a territorio nacional diciendo que las contrataban para trabajar como camareras. En otras ocasiones, ofrecían la posibilidad de venir a Europa para prostituirse "pero aprovechándose de su vulnerabilidad y situación precaria". Una vez que se realizaba el traslado, las condiciones no eran las acordadas y las mujeres contraían una deuda por los gastos del viaje, ropa y estancia en el club de alterne, que no podían abandonar hasta que la saldaran ejerciendo la prostitución.

La red criminal contaba con la colaboración de varios ciudadanos portugueses que se encargaban de perseguirlas, amenazarlas con hacerles daño a ellas o a sus familiares, capturarlas y devolverlas al club cuando conseguían escapar del mismo sin antes pagar su deuda. El operativo se iniciaba gracias a que tres de estas mujeres conseguían escapar del mismo y ser ayudadas por otros ciudadanos a denunciar. Así, los agentes tuvieron conocimiento de la actividad que se realizaba en este club de alterne de San Martín del Pedroso. Una operación que ha contado con el apoyo que en numerosas ocasiones de la Secçao Regional de Combate ao Terrorismo e Banditismo de la Polícia Judiciária de Portugal.

La operación culminó con la liberación de seis víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y dos detenidos en Zamora por los presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución, pertenencia a organización criminal y favorecimiento de la inmigración ilegal. Asimismo se ha realizado una entrada y registro en la provincia de Zamora y se han intervenido un teléfono móvil y diversa documentación relacionada con la investigación.

Actualmente, la investigación sigue en curso para lograr que más víctimas testifiquen contra los dos detenidos y el resto de colaboradores de la trama. El inspector de la Brigada de Extranjería de Zamora, Ezequiel González, hacía hincapié en "el miedo" que muchas de las víctimas tienen a denunciar y testificar contra sus explotadores, lo cual dificulta la investigación. Al cierre del prostíbulo en la localidad zamorana, "muchas de las mujeres han decidido marcharse, bien de vuelta a Brasil u otros lugares". Aún así, la operación sigue su curso donde se están investigando a diez personas en Portugal, cuatro en Brasil; y un número indeterminado de ciudadanos españoles, que Ezequiel González no ha querido precisar para "no entorpecer la investigación".

Con la trata no hay trato

La Policía Nacional facilita el teléfono de atención contra la Trata de Seres Humanos, pudiendo hacer la denuncia de forma anónima, y posibilitando así la participación para superar las barreras de este acto execrable que impone un yugo a sus víctimas a través de la violencia. Se impulsa a utilizar este recurso como ayuda para su liberación: todos contra la Trata.

La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y un correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.