Se ha convertido en la serie de Netflix más vista de toda su historia con 111 millones de visionados en apenas 17 días y su ascenso continua. El Juego del Calamar se ha colado como un huracán en televisiones y dispositivos de todo el mundo y no se habla de otra cosa. Y ahí viene el peligro. 

La trama de la serie surcoreana narra como 456 personas ahogadas por las deudas económicas son invitadas a participar en seis sencillos y, en principio, inocentes juegos infantiles con la posibilidad de ganar 45.600 millones de wones (33.200.000 euros) para rehacer sus vidas. Pero los jugadores se ven atrapados en un macabro búnker, donde los perdedores de cada prueba son mutilados y finalmente asesinados para ir restando contrincantes. Una serie donde, bajo una estética infantil, se sucederán las escenas de agresiones, violencia, abusos y torturas de forma muy explícita. 

Netflix tiene catalogada la serie para mayores de 16 años pero son numerosas las voces en redes sociales y publicaciones que ya alertan de que muchos niños han visto la producción surcoreana. Bien por desconocimiento (por la estética y el nombre de la propia serie) o por falta de control a los pequeños, no son pocos los profesores y cuidadores que se han percatado de que El juego del Calamar está en boca de niños, preadolescentes y adolescentes. Un peligro más que claro ya que la crudeza de sus imágenes está desaconsejada para que sea vista por estos pequeños. 

La preocupacion llega a los colegios zamoranos

Una preocupación que ya ha llegado hasta Zamora y, concretamente, al Colegio Corazón de María en la capital. El centro ha hecho uso de sus redes sociales para alertar del peligro de que los niños visualicen El Juego del Calamar y desglosa una serie de motivos para ello. El colegio zamorano comparte una publicación donde indica que los niños aprenden por imitación, por lo que las escenas de agresiones y asesinatos que se suceden en el audiovisual de Netflix, no son para nada un ejemplo que los pequeños deban aprender. Por otro lado, pese a que la intención del director de la serie es la de hacer una crítica al sistema capitalista y hacer reflexionar ante la falta de escrúpulos por conseguir dinero, lo cierto es que los niños no tienen aún esa capacidad de pensamiento crítico que requiere la narrativa de esta serie.