A primera hora de la tarde del sábado, y con motivo del VIII Concurso de Vinos Caseros “SABOR DE ARRIBES”, fueron llegando los primeros participantes, de Cibanal, Fermoselle, Moralina y Aldeadavila. Hasta el comienzo del concurso las muestras, 22 recepcionadas, han formado parte del panel de cata entre los diferentes tipos de vino: blanco, Tinto Joven y Tinto crianza. Así, a la hora prevista y con el jurado a punto, compuesto por enólogos, técnicos y expertos consumidores, comenzó la valoración de las elaboraciones artesanales de la zona de Arribes del Duero.

El resultado fue el siguiente:

Premio especial al vino mejor valorado: Tinto CRIANZA para Resurrección Vaquero de Fermoselle. El ganador recibió un trofeo que le galardona como el mejor en el VIII Concurso de Vinos Caseros “Sabor de Arribes”, una cena para dos personas en el restaurante “ Balcón de Arribes” de Pinilla, un lote de mermeladas de la empresa Oh Sauco de Fornillos, por gentileza del Ayuntamiento de Villar del Buey y un lote de vino y queso por gentileza del Consejo Regulador D.O. Arribes y Quesería Vallancho de Cibanal.

El finalista de vino blanco, José María Robles, de Fermoselle fue obsequiado una visita para dos personas a la bodega El hato y el Garabato, localidad de Fornillos, por gentileza de la empresa que lo gestiona, un lote de vino y queso por gentileza del Consejo Regulador D.O. Arribes y Quesería Vallancho de Cibanal y un lote de mermeladas de la empresa Oh Sauco de Fornillos por gentileza del Ayuntamiento de Villar del Buey.

El finalista de vino Tinto Joven, Carlos Alcántara de Cibanal, fue obsequiado con una visita para dos personas a la Bodegas Pastrana en Fermoselle por gentileza de la empresa, con un lote de vino y queso por gentileza del Consejo Regulador D.O. Arribes y Quesería Vallancho de Cibanal y con un lote de mermeladas de la empresa Oh Sauco de Fornillos por gentileza del Ayuntamiento de Villar del Buey.

El resto de participantes recibieron un obsequio por parte del Consejo Regulador de Arribes. Cabe destacar la pisada de uvas por parte de los más pequeños, obsequiando a los presentes el primer mosto y un brindis por la nueva añada.