Julio Iricibar y su comunicado

Julio Iricibar y su comunicado

Valladolid

La historia de Julio, de defender la portería del Real Valladolid a salvar la vida a dos personas

Hoy convertido en policía local, el pasado viernes, junto a un compañero, intervino en una emergencia en Tordesillas hasta la llegada de los sanitarios. Un año antes protagonizó un episodio similar en Cigales.

Más noticias: El emotivo y fatal mensaje de un porterazo que jugó en el Pucela y el Zamora y ahora está en paro

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Ha pasado más de una década desde que Julio Iricibar debutase como futbolista profesional en el Real Valladolid. Hoy, su vida está alejada de los terrenos de juego, pero sus acciones más importantes han sido, precisamente, fuera de este. Convertido ahora en Policía Local en Tordesillas, el exjugador blanquivioleta ha vuelto a ser protagonista por un episodio digno de mención.

Junto a su compañero de patrulla, el vallisoletano logró salvar la vida el pasado viernes de un hombre que se había atragantado mientras comía en un restaurante de la villa. Es la segunda vez que Iricibar está detrás de un gesto tan loable, ya que hace un año también logró evitar que una joven falleciese en Cigales cuando se la encontró tendida en el suelo y la tuvo que realizar la reanimación cardiopulmonar.

Todo ocurrió a mediodía, cuando ambos agentes fueron comisionados por la sala de operaciones del 112 de Castilla y León por un hombre que, en un principio, estaba mareado en un bar de la localidad, en plena Plaza Mayor.

La víctima había ingerido un trozo de carne de gran tamaño y se le había quedado atascado en el esófago, lo que no dejaba llegar el oxígeno a los pulmones.

Rápidamente, Julio y su compañero comenzaron a practicarle la maniobra de Heimlich hasta la llegada de los servicios sanitarios. Finalmente, ya fue un miembro del servicio de emergencias del Sacyl quien logró extraer la pieza de carne que estaba asfixiando al hombre mediante maquinaria específica, pero la labor del exfutbolista y su compañero fue clave en el devenir de la situación.

Julio debutó con el Real Valladolid en Segunda División un 7 de septiembre de 2014. Fue ante el Racing de Santander y el guardameta pucelano salió en los últimos minutos por la expulsión de Javi Varas. Y aunque su protagonismo en el primer equipo nunca llegó a afianzarse, este no fue el único partido como profesional.

En octubre y noviembre de 2015, un año después, Iricibar volvió a defender la portería del primer equipo ante el Real Oviedo, en un partido que los blanquivioletas perdieron 2-3, y el Real Zaragoza, que se llevaron los de Pucela por 0-2. El guardameta jugó en sendos encuentros los 90 minutos.

Posteriormente, ante la falta de más oportunidades, aunque sus actuaciones en el Real Valladolid Promesas y sus pocas apariciones en el primer equipo tampoco fueron malas, decidió probar suerte fuera de la ciudad del Pisuerga.

Pasó por clubes como el CD Izarra, el UCAM Murcia, el Calahorra o el Zamora, su última experiencia en el fútbol que decidió dejar en 2023. A lo largo de su carrera acumula en torno a 250 partidos entre Segunda División, 2ªB, Primera Federación, Segunda Federación y Copa del Rey.

Aunque hoy su vida seguro que es mucho más gratificante por lo conseguido, su retirada del fútbol a los 29 años no estuvo exenta de dolor. A pesar de fraguar buenas últimas campañas en Zamora, en el verano de 2023 se quedó sin equipo una vez el mercado se cerró.

Una situación que le llevó a un periodo de meditación consigo mismo. Y así lo hizo público en una carta que publicó, donde reconocía que "hay veces en la vida que tienes que pararte a pensar un momento y ver qué es lo mejor para ti para el futuro".

Todavía joven por aquel entonces para ser portero, con varios años por delante pudiendo seguir jugando, Julio decidió hacer un punto y seguido, que hoy ya parece punto final, en el deporte rey para centrarse "en otros ámbitos profesionales a la espera de un proyecto en el fútbol donde me vuelva a ilusionar".

En su carta relataba que el fútbol le había dado "momentos muy bonitos", pero también vino acompañado de "muchas decepciones". Fue este uno de los motivos que le condujeron a "dar un paso al lado".

Ahora, con una nueva vida como servidor público, Julio no esconde el orgullo que siente por sus hazañas y no ha dudado en dar las gracias en redes sociales a quienes le han felicitado por lo que hizo.