Los dos hermanos, José Luis y Javier y una de sus hogazas

Los dos hermanos, José Luis y Javier y una de sus hogazas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Una famosa panadería con un horno de leña único: "No se come pan de calidad. Se compra barato y congelado"

Además de hogazas, de hasta un kilo. También hacen deliciosas pastas y bollos e incluso asan en dicho horno hasta lechazo, lacón o tostón.

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En la provincia de Valladolid, en la zona central y ligeramente orientada al Este, a unos 44 kilómetros de la capital, se ubica la localidad de Pozaldez que en la actualidad cuenta con 500 habitantes según en Instituto Nacional de Estadística (INE).

Un municipio en el que se ubica la Panadería Hermanos Rodríguez Bellido que abrió sus puertas hace 30 años con José Luis, Javier y Mónica, tres hermanos, al mando. En la actualidad también trabaja en el lugar Álvaro, un empleado.

Cuentan con un horno de leña único que hace auténticas obras de arte. Desde el mejor pan hasta diversos bollos y pasta que quitan el sentido y que son seña de identidad en el lugar.

“En la provincia de Valladolid quedaremos unos tres o cuatro hornos de leña”, asegura José Luis Rodríguez Bellido, uno de los tres hermanos que habla con EL ESPAÑOL de Castilla y León para conocer a fondo la historia del lugar.

Imagen del horno de leña

Imagen del horno de leña Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Su vida y la panadería

Mis hermanos y yo, como buenos hijos de ferroviario, nacimos cada uno en un sitio. Javier y Mónica en Medina del Campo y yo en Ortuella (Vizcaya). Llegamos a Pozaldez cuando tenía siete años”, asegura José Luis.

A sus 56 años, nuestro entrevistado nos confiesa que es técnico en electrónica y aficionado a la informática pero que “por circunstancias de la vida” acabó siendo panadero.

Será en el año 1995 cuando los tres hermanos abrirán el negocio después de completar “un curso de panadería que promocionó el alcalde de Pozaldez, que por aquel entonces era Eduardo Ibáñez”, añade.

Ahí comenzó una historia que se extiende ya durante 30 años.

Hogazas de un kilo y otras delicias

Mónica, Javier y José Luis se levantan, junto a Álvaro, todas las mañanas con el fin de sacar el negocio adelante y de dar el mejor servicio a unos clientes que están en el pueblo pero que también llegan de fuera atraídos por ese horno de leña que es el emblema de un negocio que se ubica en la calle Estación 45.

Vendemos pan de flama, blanco, integral, de trigo y de centeno. Nuestra especialidad es la hogaza de un kilo que sorprende. También la tenemos de medio kilo, todo con el toque especial que aporta nuestro horno”, apunta nuestro entrevistado.

Allí también hacen pastas y bollos de manteca de cerdo, además de exquisitas rosquillas de palo e incluso empanadas de bonito que merece la pena probar porque sirve para que el paladar se deleite con su sabor.

“También asamos lacón, lechazo y tostón”, apunta José Luis.

Fotografía de las sabrosas pastas

Fotografía de las sabrosas pastas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El futuro

Nuestro protagonista apunta que mantener un negocio en el mundo rural es “complicado”. Por esto, ellos venden el pan en Pozaldez, pero también en Medina del Campo o Matapozuelos.

“El futuro lo veo muy oscuro porque falta gente para trabajar en estos oficios artesanales. No se come pan de calidad. Se compra barato y congelado”, asegura nuestro entrevistado.

Entre los retos de nuestro protagonista está “intentar mantener la panadería artesanal” hasta “su jubilación” y señala que les “gustaría que “alguien continuara escribiendo la historia del negocio para dar servicio a los pueblos y a la gente mayor”.

Hasta la jubilación, dentro de diez años, queda mucho.