Ana Valentin en su tienda de Pozaldez

Ana Valentin en su tienda de Pozaldez Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Ana Valentín, propietaria de la única tienda que sobrevive en Pozaldez: "No cambio el pueblo por nada del mundo"

A sus 39 años se ha puesto al frente del negocio para dar un servicio indispensable para los vecinos de la localidad.

Más información: Una carnicera abre la única tienda del pueblo en una nueva aventura: “Espero dar este servicio indispensable muchos años”

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Pozaldez es un municipio de la provincia de Valladolid que se ubica en la zona central de la provincia, ligeramente orientada al Este a unos 44 kilómetros de la capital y que, en la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) cuenta con una población de 500 habitantes.

Hasta el lugar llegó Ana Valentín cuando solo tenía 19 años junto al que ahora es su marido, tras nacer en la provincia de Badajoz, pero tras trasladarse muy pronto a Valladolid capital.

Ahora, desde el mes de abril, se ha puesto al frente de la única tienda del pueblo para ofrecer a los vecinos un servicio que es básico y que “hay que mantener como sea”, como explica en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Ana a las puertas de su tienda

Ana a las puertas de su tienda Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

A Pozaldez por amor

Soy una mujer sencilla, amiga de sus amigos, que trabajó más de joven y luego dedicó 13 años de su vida a cuidar de sus hijos. Mi marido siempre ha trabajado en Valladolid, a turno partido y era complicado alternar el cuidado de los pequeños con un trabajo”, asegura Ana Valentín Fernández.

Nuestra protagonista nació hace 39 años en Villanueva de la Serena (Badajoz) aunque muy pronto se trasladó a vivir a Valladolid. Con solo 13 años conoció al que ahora es su marido y, por amor, se fue a vivir con él a Pozaldez.

“Al principio no me hacía mucho a la idea de venirme a vivir al pueblo, pero con el paso de los años me empezó a gustar y ahora no lo cambio por nada del mundo”, asegura nuestra protagonista.

Recuerda su infancia con mucho cariño y rodeada de su familia y amigos en Valladolid en el barrio de Los Vadillos. Aún conserva los amigos de la infancia y le ayudan en todo lo que pueden, incluso cuando se puso al frente de la tienda del pueblo.

Su primo Ángel y también, Sergio, Iván y los padrinos de su hijo Luzma y David que son “un gran pilar” en su vida, siempre están ahí para todo lo que se necesita. Eso se agradece, y mucho.

Ana es una mujer que disfruta jugando al pádel y también de su otro hobby, que es el ganchillo. Cuenta con varios adornos en la tienda del pueblo elaborados por ella.

La tienda del pueblo

La idea de coger la tienda surgió porque la persona anterior decidió dejarlo. Encontré la oportunidad de tener un trabajo estable ahora que mis hijos son mayores y no dependen tanto de mí. Mi familia me apoyó mucho, mi marido puso el nombre de Anadería y mi hermano y mi sobrina me hicieron el cartel y las tarjetas y decidí cogerla”, explica Ana.

Nos confiesa que es “un trabajo muy bueno” que “no requiere de ningún desplazamiento” y que “cuenta con facilidades de horarios”. Además, añade que la acogida de los vecinos del pueblo ha sido “muy buena” lo que hace que “esté muy contenta con la decisión tomada”.

La tienda de Ana

La tienda de Ana Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Se trata de una tienda que cuenta “con más de 30 años de historia” como asegura nuestra protagonista. Ella sería la “tercera generación”. Primero estuvo Tere, la propietaria del local, unos 17 años, y después Marí, 14 más. Ahora es el turno de Ana.

“Tengo la tienda desde abril. La primera semana cerré para hacer unos cambios y renovar un poco el lugar. Es un traspaso. No estaba cerrada. Es la única tienda que hay en Pozaldez y es muy importante que se mantenga abierta ya que nuestro pueblo necesita de ella para el día a día de todos”, asegura Ana.

Se ubica en la calle Mesones número 2, justo en la Plaza del municipio y en la actualidad solo trabaja nuestra entrevistada que no se cierra a que, en el futuro, su hija Lucía le eche una mano.

Se trata de una tienda perfecta para los vecinos del lugar que cuenta con conservas, legumbres, fiambres al corte, lácteos, droguería, repostería… todo lo que un vecino del lugar necesita en su día a día.

“Nuestro producto estrella es el pan de Pozaldez junto con sus pastas y rosquillas de palo hechas en horno de leña, aquí en el pueblo, por los Hermanos Rodríguez Bellido”, explica.

Lo clave y básico para un municipio y sus vecinos.

Indispensable

No se puede cerrar. Es absolutamente necesario mantener la tienda en el pueblo. Es una necesidad para nuestra gente y al ser la única que hay perderíamos mucha vida si no estuviese”, afirma nuestra entrevistada.

Ana y su amplia variedad de productos

Ana y su amplia variedad de productos Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Los vecinos están contentos y Ana se esfuerza día a día porque así sea con el fin de darles el mejor trato y los mejores productos para que cuenten con todo lo que necesitan en el día a día.

“Siempre me dicen que qué bonita he dejado la tienda. Que les gusta mucho. Siempre intento traer todo lo que me piden si no lo tengo y si, por algún motivo, alguna persona mayor no puede venir, les acerco la compra a casa. Intento que estén contentos”, explica.

Sobre el futuro, nuestra protagonista quiere “mantener el legado” que le han dejado Tere y Mari al frente de la tienda y “estar al menos los mismos años que ellas”. Agradece a las dos la confianza y la ayuda para que todo marche viento en popa y a toda vela.

Ana, por suerte, sigue dando un servicio básico a los vecinos de Pozaldez, esperemos que por muchos años más.