Mario y Adrián con su miel

Mario y Adrián con su miel Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

La miel de la provincia de Valladolid está de moda: la de un pequeño pueblo vuelve a brillar en Estados Unidos

Una marca vallisoletana vuelve a brillar a miles de kilómetros de la provincia vallisoletana.

Más información: Una miel, elaborada en un pequeño pueblo de Valladolid, entre las que mejor sabor tienen del mundo

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En el corazón de Castilla y León, un pequeño pueblo de apenas 400 habitantes está revolucionando el mundo de la miel. Se trata de San Pedro de Latarce, al noroeste de la provincia de Valladolid, que se ha convertido en el epicentro de la apicultura sostenible.

Mucha parte de la culpa de ello la tiene Pecorea, una marca familiar que acaba de ser reconocida, por segundo año consecutivo, entre las 30 mejores mieles del mundo en el exigente concurso internacional Black Jar, organizado por el centro de investigación de la miel de Asheville, en Carolina del Norte (Estados Unidos).

Reconocimiento internacional y orgullo local

El concurso Black Jar es uno de los más valorados por apicultores de todo el mundo, ya que la cata se realiza completamente a ciegas. Solo el sabor decide. De entre 1.500 muestras internacionales, la miel de Pecorea ha sido seleccionada entre las 30 mejores, un logro que ya alcanzaron el año pasado y que este 2025 revalida su excelencia”, asegura Adrián Domínguez en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Para Mario, su hijo, y Adrián, el mayor premio no es solo el diploma que acredita su éxito internacional, sino poder seguir trabajando juntos, en su pueblo, haciendo lo que más les apasiona y demostrando que el futuro pasa por la sostenibilidad, la innovación y el respeto por la naturaleza.

Un pueblo, una familia, una pasión centenaria

La historia de Pecorea es la de un padre y su hijo que han hecho de la apicultura y el compromiso con el entorno, su forma de vida.

Aunque San Pedro de Latarce no era un pueblo de gran tradición apícola, sus condiciones naturales, rodeado por Tierra de Campos, Montes Torozos, el Alfoz de Toro y la Red Natura 2000, lo convierten en un enclave privilegiado para una apicultura estante, sostenible y respetuosa.

En sus colmenas, las abejas trabajan rodeadas de una biodiversidad única, muchas veces creada por ellos mismos, produciendo una miel única, que ellos se esmeran en mantener cruda, para que preserve todos los aromas y propiedades de la flora local.

“Pecorea apuesta por la calidad frente a la cantidad, con una producción limitada y artesanal, fiel a los valores de sus bisabuelos, que ya disfrutaban de la apicultura en este mismo pueblo”, añaden padre e hijo.

Miel de Pecorea

Miel de Pecorea Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

En el mapa mundial

La historia de esta marca es un ejemplo de cómo la vida rural puede ofrecer productos de máxima calidad y competir en los mercados más exigentes.

Su miel ha sido reconocida como la mejor de Valladolid, la mejor de lavanda de España y, ahora, por segundo año consecutivo, como una de las mejores del mundo.

La labor de un padre y su hijo que pasan por ser un homenaje al trabajo bien hecho, a la familia y al amor por la tierra.