Jesús Barragán y el Día de Castilla y León en Villalar

Jesús Barragán y el Día de Castilla y León en Villalar Fotografías: cedida y Miriam Chacón / ICAL

Valladolid

Jesús, casi 50 años seguidos asistiendo a Villalar el Día de Castilla y León: "Mi hija nació un 21 de abril y tampoco fallé"

Desde 1977 no ha faltado un 23 de abril en la localidad vallisoletana. En ocasiones ha llegado hasta allí procedente de Iraq.

Más información: Casi medio siglo de reivindicación y fiesta en Villalar

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El Día de Castilla y León pasa por ser la fiesta oficial de nuestra Comunidad y se celebra este 23 de abril. El centro de la celebración se produce en la localidad vallisoletana que lleva el nombre de Villalar de los Comuneros. Es el lugar en el que se conmemora el aniversario de una batalla que se saldó ese mismo día, de 1521 con la decapitación de los tres líderes comuneros: Padilla, Bravo y Maldonado.

La fiesta que tiene lugar en Villalar es referente de orgullo y de defensa de la identidad en un día en el que todas estas personas se congregan en las carpas repartidas por el lugar para disfrutar de conciertos, comida y bebida con amigos dentro de una celebración con un marcado carácter reivindicativo y de celebración.

La celebración del Día de Villalar se podría decir que es reciente, de forma relativa. No fue legalizada hasta el año 1977, en plena Transición, aunque los ciudadanos de Castilla y León, deseosos de conmemorar este día, ya se concentraron antes, aunque la fiesta no fue establecida de forma oficial hasta seis años después.

El Estatuto de Autonomía castellano y leonés, aprobado en 1983, establece en el artículo 6.3 que la fiesta oficial de la Comunidad es este 23 de abril, mientras que la Ley 3/1986, aprobada el 17 de abril de 1986, reza en un artículo único que “se establece como fiesta a todos los efectos en la Comunidad de Castilla y León el 23 de abril de cada año”.

De la fiesta sabe mucho Jesús Barragán Moreno, un hombre que nació en Tordesillas el 14 de octubre de 1952 y que lleva toda la vida viviendo en la localidad pucelana, cercana a Villalar.

Técnico de la Construcción y jubilado desde el año 2013, a sus 72 años, nuestro protagonista está casado y tiene dos hijos y dos nietos. Lleva asistiendo “desde el año 1977 a Villalar” para “celebrar el Día de Castilla y León”, como confiesa a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

La Fiesta de Castilla y León en Villalar.

La Fiesta de Castilla y León en Villalar. Fotografía: Rubén Cacho / ICAL

Jesús y una vida plena

Soy un jubilado que no se ha aburrido nunca. Como trabajador, he disfrutado de mi profesión hasta el punto de tener, a veces, cierto mono. He pretendido, además, dar contenido social a todo lo que he hecho. El etiquetado se lo dejo a los demás, pero me siento federalista, socialista y ateo”, explica Jesús Barragán.

Tuvo una infancia tranquila en una casa que pasaba por ser panadería y vivienda familiar que compartía con sus padres y sus cuatro hermanos y, también en dos épocas diferentes, con su abuela paterna y su abuelo materno.

“Trabajé, primero, como técnico auxiliar en empresas de construcción. Algunas de las mayores del país, llegando a analista y, más tarde, como jefe de laboratorio. La crisis de la construcción derivó mi actividad a la ejecución de obras. No me dará el premio a la fidelidad porque he pasado por tantas empresas como he necesitado. Trabajé en administraciones públicas, pero he pedido la cuenta varias veces. Me jubilé en la privada”, añade.

Pero la vida de Jesús está ligada a Villalar y a su fiesta del 23 de abril.

Jesús Barragán en su casa de Tordesillas

Jesús Barragán en su casa de Tordesillas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Desde 1977 sin fallar a la cita

Fui, por primera vez, a Villalar en el año 1977 por el 23 de abril, Día de Castilla y León. Desde entonces no he faltado un año. He ido desde Aragón, Navarra, Galicia y, una vez, desde Iraq en el año 1981. Mi hija nació un 21 de abril y ese año tampoco fallé”, confiesa nuestro entrevistado.

Para él, la fiesta de la Comunidad en Villalar es “esa conciencia que hay que poner a trabajar ya y ahora más que nunca”. Añade que también es “el compromiso con la tierra” y “momento para la reflexión” y “también para la tan demorada acción”.

“Es también el encuentro con los que han compartido itinerario o ideas. Tiempo para el análisis rápido de la actualidad, foro de debate en un ambiente de fiesta que facilita el acercamiento y compartir comida con otros”, explica nuestro protagonista.

Jesús suele acudir solo, a primera hora de la mañana, hasta Villalar. Con el paso de las horas se incorpora su familia. De caseta en caseta, paseos por la campa con el fondo musical, visita a conocidos y amigos que ve de año en año en el lugar. Cuando llegan los suyos, es hora de comer y pasar una gran jornada. Después, entre jotas y coreando letras, disfruta de una jornada para el recuerdo.

“Se ha hablado del carácter lúdico-festivo de la convocatoria. Creo que los que solo hablan de eso equivocan el mensaje. Una mezcla bien dosificada de política y diversión es la fórmula perfecta”, añade.

Fiesta en Villalar de los Comuneros

Fiesta en Villalar de los Comuneros Fotografía: Miriam Chacón / ICAL

Polémicas

Sobre las polémicas de los últimos años sobre si Villalar sí o Villalar no apoyada por la Junta de Castilla y con la fundación que lleva el mismo nombre, de por medio, Jesús afirma que “hay bastante tela que cortar”.

La Junta ha querido siempre acabar con esto. Ha querido descafeinar la fiesta, vaciarla de contenido. Ahora, con sus socios de Vox, que siguen siendo, quieren desmontarla del todo con la Fundación Villalar y el recorte de presupuesto. Todo va en la misma línea. Siempre les ha molestado Villalar”, añade.

Barragán defiende la batalla, año a año, de Luis Alonso Laguna, alcalde de la localidad vallisoletana del que afirma que “además de ser del pueblo se ha situado siempre del lado correcto de esta historia”.

Nuestra presencia es necesaria. Siempre han sembrado miedo construyendo la leyenda de que a Villalar solo iban los violentos. La violencia que allí ha habido, a veces, ha sido provocación por parte de los que deberían preocuparse por nosotros.  En cuanto al tipo de gente, la discriminación no pienso que haga a las sociedades más sanas. Que vayan a Villalar y comprueben por ellos mismos, que vean y sientan que es una fiesta para la convivencia donde todos tenemos nuestro espacio. Pongamos la conciencia a trabajar. Debemos lanzar un canto a la esperanza”, añade nuestro protagonista.

Nuestro entrevistado, que suma casi 50 años sin faltar a la cita quiere resaltar que “siempre habrá Villalar, con o sin ellos” y vivirá una nueva jornada en la que se mezclará la reivindicación y un ambiente único como cada año por el 23 de abril, Día de Castilla y León, siempre, en Villalar de los Comuneros.