Álvaro en su Bar El Cafetín de Villalón

Álvaro en su Bar El Cafetín de Villalón Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

El bar de Álvaro en un pueblo vallisoletano que sorprende a todos: los callos brillan y tiene terraza

Suma diez años con nuestro entrevistado al mando y cuenta con una clientela fiel a la que se suman los forasteros que pasan por la localidad pucelana.

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Villalón de Campos es un municipio vallisoletano que está enclavado en un hermoso entorno campestre, rodeado de campos verdes y con paisajes tranquilos. Cabe resaltar que su historia se remonta a la época medieval. Durante siglos ha sido un importante centro, tanto comercial como agrícola, de Castilla y León.

La localidad pucelana cuenta en la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con una población de 1.496 habitantes, y con unos atractivos que merece la pena visitar.

Uno de ellos es la Iglesia de San Miguel, un importante templo gótico mudéjar que destaca por su imponente torre campanario y su interior elegante con obras artísticas que son atribuidas a autores de la relevancia de Berruguete.

La iglesia de San Juan, con su retablo o la de San Pedro y la Plaza Mayor con el Ayuntamiento y el rollo jurisdiccional son también paradas obligatorias del lugar una vez que se llega al municipio.

Y después de disfrutar con su patrimonio, lo mejor es pasar por El Cafetín de la Plazuela, un establecimiento hostelero en el que nos podemos encontrar con Álvaro, que atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León y nos cuenta su historia.

Imagen del interior del Bar El Cafetín de Villalón

Imagen del interior del Bar El Cafetín de Villalón Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

La vida de Álvaro

“Me considero una persona sencilla, soñadora y amante de mi trabajo, mi pueblo y mi gente. No me dan miedo los retos y estoy abierto a aprender cosas nuevas todos los días”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Álvaro Pérez Hernández.

Él está al mando del Bar El Cafetín desde hace 10 años. Lleva toda la vida en el municipio vallisoletano y recuerda su infancia “rodeado de amigos y familiares” que “por suerte” sigue conservando. Con ellos pasaba los días, en las calles de la localidad pucelana.

Cuando era pequeño quería ser médico. Al ir creciendo me di cuenta de que me interesaba más trabajar y de que los estudios no me atraían mucho”, asegura nuestro protagonista.

Amante de los viajes, de 38 años y que lleva 17 en el mundo de los negocios, así, prácticamente se acabó decantando por la hostelería.

La historia de El Cafetín

Cuando nuestro entrevistado tenía solo 16 años, comenzó a trabajar, en verano, en la empresa de Huevos Valín. Después, completó un curso de Formación Profesional de Carpintería. Al finalizarlo, entró como empleado en una empresa de sillas y mesas de cocina que, en 2008 entró en ERE. Fue en 2008 cuando decidió apostar por Villalón y, junto a otros tres amigos, abrieron un bar de copas que llevaba el nombre de ‘El Boulevard’.

El Cafetín lo abro con otro amigo en 2015, como bar de copas, al mismo tiempo que seguía en El Boulevard. En 2017 hay un cambio de socio y de concepto. Decidimos poner cocina y ampliar nuestro público objetivo. En 2020 mi socio decide dejarlo y compro el negocio, porque hasta entonces estábamos en alquiler”, asegura nuestro protagonista.

Álvaro en su bar de Villalón dando el mejor trato a sus clientes

Álvaro en su bar de Villalón dando el mejor trato a sus clientes Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Añade que “tras coger el traspaso” fue cuando “cambiaron de nombre” y nació realmente El Cafetín de la Plazuela, hace diez años.

Un establecimiento hostelero que se ubica en la Plaza de San Pedro, número 11, con unos 35 metros cuadrados útiles y, con un trabajador además de nuestro entrevistado, que lleva nueve años con nuestro protagonista y es “como de la familia” y “su mano derecha”.

Además, cuenta con una terraza que es perfecta para el buen tiempo.

Bar el Cafetín de Villalón

Bar el Cafetín de Villalón Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Su oferta gastronómica y el futuro

Me he especializado en comida rápida. Teniendo en cuenta los metros del local, tuvimos que ingeniar todo para incluir la cocina, así como todo tipo de bebidas. Mis clientes dicen que la especialidad del lugar son los callos. Pero, en general, me gusta la cocina”, añade.

Sobre el futuro, Álvaro asegura que “con ganas y sacrificio todo se saca adelante” aunque, realmente, con la situación que se vive hoy en día, con “la despoblación cuesta cada vez más”, indica.

“Los próximos años los veo con optimismo, ganas e ilusión. Intentando que se continúen las ganas de venir a los pueblos. Mi objetivo, al final, es ser feliz en el sitio que amo y haciendo lo que me gusta”, finaliza.

Un hostelero enamorado de su trabajo y que lucha, cada día, por dar el mejor trato a sus clientes.