Hubo una época en Valladolid “inocente, pero canalla” en la que los jóvenes de la ciudad quieran descubrir cosas nuevas que hasta ese momento habían estado desaparecidas. Una época en la que la música se convirtió en protagonista. Bares, conciertos y salas de música se llenaban para ver los comienzos de grupos como Celtas Cortos, Los Nadie, o Arizona Baby, sí, los más conocidos, pero Pucela es mucho más. Una época que el músico Miguel Saeta (Cañoneros, Ramoniacos, The Hustlers o Shiver) ha plasmado a la maravilla en un documental bajo el título de ‘Generaciones en un escenario’ que recoge los últimos 40 años de música en la capital con anécdotas, mitos y leyendas.

Un documental con más de 50 testimonios, “hecho para Valladolid, recordando momentos de Valladolid y contados por vallisoletanos”. Un proyecto que ha tardado en llegar más de 12 años (se intentó financiar en 2017 con un crowdfunding) ya que el autor ha hecho un Juan Palomo. “Yo me lo guiso, yo me lo como y me lo he comido con patatas”, bromea. Solo el cartel, obra de Marcos Abad, no es suyo. Ahora es el momento de “disfrutar”, hay nervios, pero tiene la intuición de que todo va a ir bien, ya que “las pocas personas que lo han visto, les ha gustado bastante”. El preestreno es este jueves, pero el viernes 19 de abril llega a los Cines Casablanca donde se podrá ver en pantalla gigante. En este enlace se pueden comprar las entradas para las proyecciones que se van a hacer desde mañana viernes hasta el miércoles 24 de abril. Todas las sesiones serán a las 21:30 horas, y este domingo se hará una sesión extra matinal a las 12:00 horas, dependiendo de la demanda se podría ampliar.

Cartel del documental

Son muchas los grupos musicales pucelanos que en estos 40 años han formado parte de la banda sonora de los vallisoletanos. Muchos aún son muy recordados pese a que desaparecieron, otras se reinventaron con otros nombres y otros se mantienen. Un gran momento para recordar a grupos como Los Nadie, Disidentes, Rosas en Blanco y Negro, Los Miembros, Los Bumpers, Reflejos, Los Buitres del Pisuerga, Imperativo Legal, Falling Idols, Debakle o Harla Horror. Y para recordar estilos. De cómo se pasó de los 80 con música pop a los noventa con las bandas punk (Crom y Halley) y rock. No falta la polémica Ley del Ruido del gobierno de Javier León de la Riva en el año 2007 que dejó a muchas bandas sin poder disfrutar de la música en directo.

La música de los años 80 y 90 tiene mucho protagonismo en este documental. “Una época muy divertida, en la que se salía cualquier día de la semana y te encontrabas un ambientazo tremendo. Había bares llenos y muchos conciertos de los que disfrutar”, recuerda. Es el momento de evocar tiempos en Landón, Pigalle, La Hippo, El Trastero, Kaos, La Rockería, el Borsalino y muchos más.

Con todo esto, Miguel Saeta no sabe si cualquier tiempo pasado fue mejor, lo que está claro es que fue “diferente”. “Los chicos de ahora están abrumados con otras cosas. Quizás se divierten con otras cosas, pero nuestra época era más de estilos, de escuchar música de todo tipo, creo que todo era más auténtico”.

50 protagonistas que pudieron ser 100

En el documental salen más de 50 protagonistas de la música pucelana, por supuesto falta muchos grupos, cantantes, bares, canciones, pero “90 minutos da lo que da”, apunta. Así, al principio, y tras varios años de documentación, fueron más de 100. “Sé que hay gente que no ha podido salir por tiempo y otros por fallecimiento, me da rabia”.

Grupos de estos 40 años de música en Valladolid

Y sí, Valladolid tuvo su movida, y “muy genuina”. Nuestro Rockola, el templo de este movimiento musical y cultural, fue el Landó, donde se realizaron importantes conciertos internacionales, pero también el Pigalle (ahora Tío Molonio) donde se realizaba un concurso de música de donde salieron muchos grupos locales. Tampoco faltan las anécdotas del Hippo, y zonas de música como Cantarranas o el Cuadro. Y es que, “la música de Valladolid no se entiende sin los bares, allí nos juntamos todos”.

Ahora, Saeta recorre antiguas zonas de marcha de la ciudad y lo hace con tristeza y sentimiento de nostalgia. “¡Qué mayor me estoy haciendo! y ¡cómo ha cambiado todo!. Los jóvenes no tienen ni idea de lo que se montaba en Cantarranas o en el Cuadro. La ciudad ha perdido mucha juventud y la que queda no son de cultura de bar y de escuchar música en bares”, lamenta.

Generaciones en un escenario es un trabajo que recoge la música de la ciudad en los últimos 40 años. ¿Quién contará los próximos? “Yo no”, se ríe Saeta, “es cierto que siguen saliendo bandas y grupos, pero el consumo ha cambiado. Los estilos ya no son los de antes, ahora solo se lleva el reguetón y trap, desgraciadamente”. Lo que tiene claro es que en los bares de la ciudad el 20 de Abril, Karla o las de Greta y los Garbo seguirán sonando. “Las canciones buenas nunca envejecen mal”.