Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión Rubén Olmedo

Valladolid

Faroles y campanillas para conmemorar la tradición más solidaria de esta cofradía de Valladolid

La Sagrada Pasión procesiona cada año con estos dos objetos que representan sus obras de caridad y que se han convertido en sus principales señas de identidad

28 marzo, 2024 07:00

La Semana Santa de Valladolid está integrada por 20 cofradías muy diferenciadas entre sí. Cada una de ellas tiene sus propias señas de identidad, siendo algunas mucho más curiosas que otras por la interesante historia en la que se fundamentan. 

Ejemplo de ello son el farol y las campanillas que tanto representan a la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, una de las más antiguas de Valladolid. Fue fundada en octubre de 1531 “para promover la devoción a la Pasión redentora con procesiones y otros actos de penitencia, y para cuidar el culto eucarístico y el ejercicio de la caridad, especialmente con los más necesitados”, tal y como ha confesado el alcalde de la cofradía, Luis Lázaro, a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León. 

Cada año, sus cofrades procesionan con estos dos curiosos objetos por lo que simbolizan para ellos. Y es que, tal y como ha desvelado el presidente, ambos representan la obra asistencial y las obras de caridad que la hermandad ha llevado a cabo desde su creación, “por esa ‘obligación’ de realizar la caridad en diversos puntos, sobre todo, con los ajusticiados y los reos”. 

Asimismo, ha añadido que esta tradición de procesionar con el farol y las campanillas continúa presente gracias a los más de 750 cofrades que integran la hermandad, al "intentar seguir los pasos de nuestros antecesores en su fundación”.

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión Rubén Olmedo

Con el gran farol tratan de rememorar el momento en el que, allá por el siglo XVI, la Cofradía iba buscando, con faroles, a niños recién nacidos abandonados por los bodegones y sitios de malvivir, para después llevarlos a dormir al hospital que la hermandad poseía entre la calle Pasión y la calle Caridad de la ciudad. Con este procesionan tanto el Sábado de Pasión como el Jueves y Viernes Santo. 

Por su parte, las campanillas, las cuales únicamente procesionan el Jueves y Viernes Santo, evocan a la época en la que “13 hermanos iban pidiendo limosna por el alma de los ajusticiados”. 

En este sentido, el alcalde de la Cofradía de la Sagrada Pasión ha explicado que tanto el farol como las campanillas las porta únicamente una persona, un cofrade elegido aleatoriamente que, por lo general, va cambiando cada año.

Actualmente, la cofradía sigue manteniendo abierta “su bolsa de caridad para recoger fondos económicos y bienes de diversa índole, con los que atender las necesidades espirituales y materiales de los más desfavorecidos”. Tanto es así, que colabora con instituciones católicas y ONGs como Redmadre, el Centro Albor o Manos Unidas, entre otras.

¿Cuándo y con qué imágenes procesiona la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo?

Ataviados con túnica y capa gris, capirote negro, cíngulo y guantes blancos, y zapatos negros, los miembros de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo desempeñan un destacado papel en la Semana Santa vallisoletana.

Su primera salida a las calles de la ciudad tiene lugar el Sábado de Pasión con la procesión del Ejercicio Público de las Cinco Llagas, en la que sacan el Santo Cristo de las Cinco Llagas, una imagen del escultor palentino Manuel Álvarez creada en 1540, para recorrer varios templos mientras piden “por la vocación religiosa dentro de la iglesia católica”.

La siguiente acontece durante la procesión de Oración y Sacrificio del Jueves Santo, día histórico de la cofradía, de la mano de cuatro pasos propios: Jesús Flagelado de 1650, Padre Jesús con la cruz a cuestas de 1614, Santísimo Cristo del Perdón de 1656 y Santo Cristo del Calvario de 1650: “El Jueves Santo vamos a la catedral, hacemos estación de penitencia y pedimos por los reos y los privados de libertad”, explica Luis Lázaro, haciendo alusión a un acto con el que se trata de recordar la atención que prestaba la hermandad a los condenados y a los reos de la muerte.

Finalmente, la cofradía culmina sus intervenciones el Viernes Santo con su participación en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, donde únicamente sacan al Santísimo Cristo del Perdón.