Bendición que imparte desde la torre de la Catedral el arzobispo de Valladolid, con motivo del Año Jubilar Venga tu Reino, concedido por el papa a la Diócesis de Valladolid

Bendición que imparte desde la torre de la Catedral el arzobispo de Valladolid, con motivo del Año Jubilar Venga tu Reino, concedido por el papa a la Diócesis de Valladolid Pablo Requejo / ICAL

Valladolid

Monseñor Argüello, un arzobispo sin pelos en la lengua: aborto, transexuales y agenda 2030

El de Meneses de Campos no se ha cortado, a lo largo de los años, a la hora de mostrar su parecer en temas muy controvertidos y de plena actualidad

5 marzo, 2024 12:08

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El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha sido elegido, en la mañana de este martes, 5 de marzo, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española para un mandato que va a comprender el cuatrienio que va desde el 2024 y hasta el 2028. Sucederá en el cargo al arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, que ocupaba el cargo desde el año 2020.

Monseñor Argüello desempeñaba el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal desde el año 2018 al 2022 y era, en la actualidad, miembro de la Comisión Permanente y de la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios y también el responsable del Servicio Pastoral Vocacional.

Nació el 16 de mayo de 1953 en Meneses de Campos, en la provincia de Palencia y obtuvo la Licenciatura en Derecho Civil por la Universidad de Valladolid en el año 1976. En la ciudad del Pisuerga cursó después los estudios eclesiásticos y fue ordenado sacerdote el 27 de septiembre de 1986. El viernes, 17 de junio del 2022, fue nombrado arzobispo de Valladolid tomando posesión el 30 de julio del mismo año.

Luis Argüello es un hombre sin pelos en la lengua y siempre se ha mojado a la hora de hablar de temas controvertidos como el aborto, los transexuales o la agenda 2030.

Aborto

A principios del año pasado, Argüello decidía terciar en la polémica por la medida del Gobierno de Castilla y León, anunciada por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, para que las mujeres que quisieran abortar escucharan el latido del feto antes de tomar su decisión. El prelado se mostraba crítico con los que reaccionaban de forma aireada contra dicha medida.

“Se dicen progresistas y convierten en derecho interrumpir el progreso de una vida humana en el seno materno. Dicen defender la autonomía sin chantajes emocionales y evitan la información científica y la reflexión. Exigen el sexo consentido y prescinden del padre al decidir”, afirmaba Argüello.

Una polémica que daba la vuelta a toda España y que aparecía en cada uno de los informativos de los diversos medios. El arzobispo de Valladolid desgranaba, con un simple tuit y desmontaba la “hipocresía” y las “mentiras” de los abortistas.

Argüello se posicionaba así del lado del gobierno de la Junta de Castilla y León conformado por PP y Vox y cargaba contra los abortistas.

Luis Argüello durante un encuentro en la Fundación Pablo VI

Luis Argüello durante un encuentro en la Fundación Pablo VI Europa Press

Transexuales

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española también se ha mostrado en contra de la Ley Trans y del “cambio de sexo como derecho de autodeterminación”. El de Meneses de Campos escribía por Twitter que “se desprecia el vínculo con el propio cuerpo, la familia o la nación en nombre de la autonomía”.

Todo, tras conocerse los borradores, allá por el año 2021, tanto de la Ley Trans como de la de Igualdad de derechos LGTBI que preparaba el Ministerio de Igualdad. Luis Argüello era claro y rechazaba, también sin pelos en la lengua “cualquier cambio de sexo como derecho de autodeterminación”. Esa era una de las medidas estrellas que proponía la ministra Irene Montero, para permitir cambio de sexo sin necesidad de pruebas médicas o psicológicas y una “declaración expresa”, como puerta a la modificación en el Registro Civil.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal también valoraba, hace años, sobre la polémica con el autobús de Hazteoír y también se mojaba para asegurar que dicha polémica evidenciaba “falta de libertad” y “gran intolerancia”.

Agenda 2030

También ha mostrado, sin pelos en la lengua, su visión sobre la Agenda 2030, el arzobispo de Valladolid y que también será, desde hoy, el presidente de la Conferencia Episcopal, arremetiendo contra ella.

El palentino afirmaba que “la actual gran crisis de transformación del trabajo, en la nueva fase de la revolución tecnológica” hace “pensar a algunos que sobran los trabajadores” y la “necesaria reducción cuantitativa del consumo para asegurar la sostenibilidad del planeta hace afirmar a otros que sobran consumidores” de ahí que “la Agenda 2030 insista en controlar y disminuir la natalidad”, apuntaba.

El arzobispo de Valladolid aprovechaba el conocimiento público del denominado como 'Qatargate', la trama de sobornos en el Parlamento Europeo que salpica a Qatar y Marruecos, para cargar contra los "lobbies y mafias políticas" y para mandar un mensaje contra la Agenda 2030, en diciembre de 2022.

Argüello, en la red social de Twitter, ha denominado a todo lo que se mueve alrededor de esta trama denominada como 'Qatargate' que en su opinión ha puesto de manifiesto la relación entre “lobbies, mafias y poder económico y político”.

En su opinión, “la burocracia de la Unión Europea y de la ONU favorece esta relación”. Por último, y no es la primera vez que lo hace, ha criticado a la Agenda 2030, que en su opinión, “es terreno abonado para este tipo de hechos con la coartada de la buena voluntad de muchos”.

Un mensaje que gustaba al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que no dudaba en retuitear el comentario del exsecretario general de la Conferencia Episcopal.

De hecho, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, hoy mismo, celebraba la noticia de de Argüello sea el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal. “Estoy seguro de que Luis Argüello será ese líder que la iglesia necesita”, ha afirmado a través de sus redes sociales Gallardo.

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León aseguraba que España necesita “una iglesia católica” que “vuelva a ser faro espiritual” y también “incómoda para el poder” que “no tenga miedo a nadar a contracorriente" o "a atacar a la industria de la muerte y la Agenda 2030".

Un arzobispo sin pelos en la lengua que se moja y que promete no dejar indiferente a nadie como presidente de la Conferencia Episcopal Española.