Euclid a la izquierda (Fotografía ESA-European Space Agency) y Fernando Buitrago a la derecha

Euclid a la izquierda (Fotografía ESA-European Space Agency) y Fernando Buitrago a la derecha

Valladolid

El telescopio espacial que busca saber más sobre el origen del universo

Se encuentra a un millón y medio de kilómetros de la tierra, a -200 ºC y ha obtenido cinco imágenes de suma importancia dentro de una misión internacional comandada por la Agencia Espacial Europea

21 noviembre, 2023 07:00

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La Misión Espacial Euclid, de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) se puso en marcha en el año 2011. En ella participan investigadores de la Facultad de Ciencias y de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid y tiene el objetivo final de investigar la materia y la energía oscura, que compone un total del 95% del cosmos con el fin de configurar el mapa del espacio más detallado que tengamos hasta el momento, así como saber un poquito más aún del origen del universo, dentro del mundo en el que vivimos.

La misión fue lanzada el pasado 1 de julio y está explorando la composición y la evolución del universo oscuro. El moderno telescopio espacial se encuentra ya creando este mapa, el más grande y preciso del mundo observando millones de galaxias hasta, nada más y nada menos, que diez mil millones de años luz. A través de este mapa, que en principio registrará más de un tercio del cielo, Euclid va a explorar la expansión del universo y cómo se ha formado su estructura en la historia cósmica, lo que nos puede dar más datos sobre el papel de la gravedad y, también, de la naturaleza de la energía y la materia oscura.

Se trata de un telescopio de 1,2 metros de diámetro y con dos instrumentos a bordo como son el VIS (VISible Instrument) y también el NISP (Near-Infrared Spectrometer and Photometer). El moderno artilugio mide de una manera muy precisa la posición y las formas de las galaxias en luz visibles y sus corrimientos al rojo, con los que se pueden inferir distancias, usando también el rango de ondas infrarrojo.

“Dentro del consorcio de Euclid, compuesto por 13 países europeos, Estados Unidos, Canadá y Japón, España tiene un papel muy destacado. Somos miles de investigadores, más de 4000 personas trabajando en el proyecto en todo el mundo. Yo soy el coordinador del equipo de trabajo de luz difusa donde organizo el trabajo de unos 40 científicos de países de todo el mundo. En la Universidad de Valladolid somos un equipo de unas ocho personas trabajando”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Fernando Buitrago.

A nuestra llegada al despacho del investigador distinguido senior, Fernando no duda en ensalzar las cinco imágenes que Euclid había sido capaz de obtener, conocidas el pasado 7 de noviembre, y que ilustran su potencial y que demuestran que el telescopio está listo para formar el mapa 3D más extenso del universo hasta hoy.

El Euclid antes de comenzar la misión

El Euclid antes de comenzar la misión Fotografía ESA-European Space Agency

Un astrónomo de quilates en un proyecto de oro

“Soy una persona de Castilla y León que ha vuelto a su tierra para centrarse en el mundo de la astronomía observacional alrededor del mundo. Utilizo mucho telescopios espaciales, en este caso con Euclid. Intento averiguar más sobre la formación y la evolución de las galaxias. Al final, son los ladrillos que construyen nuestro universo”, asegura Fernando Buitrago.

Salmantino de nacimiento, nuestro protagonista tiene solo 40 años. Suma 17 de labor investigadora. En 2007, cuando acabó la carrera en Salamanca, consiguió un doctorado en Reino Unido. Tras pasar por Nottingham y Edimburgo llegó a Lisboa, al Observatorio Astronómico, para aterrizar en 2020, otra vez, en Castilla y León.

Fernando Buitrago atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Fernando Buitrago atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Las experiencias fueron muy positivas. Estoy muy contento de haber vuelto a mis raíces. Ahora, te encuentras con estudiantes que son como yo era hace unos años. Por eso me he formado y he decidido volver. Quiero que los estudiantes y la sociedad disfruten de la astronomía como lo hago yo”, afirma el investigador de la Universidad de Valladolid.

Él forma parte de una misión que se prolonga en el tiempo, aunque acelera para, durante los próximos seis años sacar las máximas conclusiones posibles, todo con el fin de hacer ciencia para galaxias y también para el ámbito de la cosmología.

Saber más sobre el origen del universo y la importancia de la materia y la energía oscura

“Euclid quiere conocer más sobre la naturaleza última de la materia y de la energía oscura. No es la misma cosa. Son las componentes más importantes del universo de las que apenas sabemos nada. Conocemos que la energía oscura compone el 70% de todo lo que existe y es la que hace que el universo se expanda de manera acelerada. De la materia oscura sabemos que es lo que mantiene a las galaxias en su lugar. Para que todo, por gravedad, esté junto, tiene que haber más materia de la que vemos”, nos explica nuestro entrevistado.

El telescopio Euclid

El telescopio Euclid Fotografía ESA-European Space Agency

Lo que quiere el telescopio, que está ubicado en una órbita a más un millón y medio de kilómetros de la tierra, en un lugar estable, es realizar el cartografiado de todo el cielo visible desde su posición para contemplar cuál es la distribución de materia en el universo. Antes, solo se conocían campos muy pequeños del cielo. Ahora, esta potente herramienta, en constante funcionamiento, escanea al segundo todo lo que existe.

Al final de su vida útil, presumiblemente en seis años, habrá hecho un análisis exhaustivo de una tercera parte de la bóveda celeste y conseguirá, en profundidad, ver galaxias tan antiguas como de hace 10.000 millones de años de distancia.

“Hoy en día, todas las teorías del inicio del universo están limitadas por el no entendimiento de la energía y materia oscura. Si Euclid es capaz de añadir información sobre las dos componentes de las que hablamos, fundamentales en el universo, cambiará nuestro conocimiento sobre el inicio de todo y lo hará drásticamente. La teoría del Big Bang, del inicio del universo, está muy bien establecida. Nuestro conocimiento no es perfecto y nunca lo será, pero con esta nueva información podremos ir más allá y seguir evolucionando en nuestros estudios”, asegura Fernando Buitrago.

Una gran cantidad de información diaria y dos centros en pueblos de España y Holanda

El telescopio Euclid consigue descargar entre 200 y 300 gigas de datos que pueden llegar al Tera diario. Esto conforma una base de datos gigantesca a la que hay que sumar el análisis de los científicos. Son cantidades de datos que se nos escapan de las manos. Por ello, desde la UVa se apuesta por técnicas de inteligencia artificial para que la máquina diga al ser humano cuál puede ser la información de la que más jugo se pueda sacar.

“Hay antenas alrededor del mundo que recogen toda la información del telescopio. Las dos bases de datos principales se ubican en un pueblo de Holanda y en otro de España, concretamente en Villafranca del Castillo, en Madrid. Ahí llegan todos esos datos que se están intentando cribar para quedarnos con lo esencial. Ningún científico puede, a lo largo de toda su vida, analizar este paquete de información”, añade nuestro entrevistado.

Y lo que parece sencillo, no lo es tanto. El sofisticado aparato se encuentra a más de un millón y medio de kilómetros y tiene que aguantar temperaturas de unos -200º, expuesto a la acción de cualquier objeto que pueda aparecer en el espacio exterior. Cuenta con un gran número de chips y con dos cámaras cuyos resultados, con esas primeras cinco instantáneas que hemos apreciado hace poco tiempo, son satisfactorios.

Satisfacción con las primeras cinco imágenes

“Las conclusiones que obtenemos pasan por afirmar que el telescopio excede la calidad de lo que pensábamos conseguir en lo que a las imágenes se refiere. Todas estas imágenes serán analizadas y en dos o tres meses podremos leer muchos artículos científicos sobre ello. No va a ser algo solo para el público, se va a hacer ciencia de ello”, añade satisfecho Buitrago.

La misión nominal finaliza en aproximadamente seis años, aunque se espera que pueda alargar alguno más. Sin embargo, la explotación de datos, debido a la gran cantidad de información se pude alargar dos décadas más. De momento ya se ha obtenido imagen de El Cúmulo de Perseo, que interesa y mucho a los investigadores de la Universidad de Valladolid, y también de la Galaxia Espiral IC 342, de la Galaxia Irregular NGC 6822, del Cúmulo Globular NGC 6397 y de la Nebulosa Cabeza de Caballo.

El Cúmulo Globular NGC 6397 captado por Euclid

El Cúmulo Globular NGC 6397 captado por Euclid

Como seres humanos queremos llegar a entender un poco más la materia y la energía oscura. Sería un paso muy importante. Después, ser capaces de obtener imágenes ultraprofundas de una gran parte del cielo. Sería un cambio paradigmático total para los científicos”, finaliza nuestro entrevistado.

Todo con un telescopio revolucionario que busca saber más del universo y acercarnos un poquito más a conocer con mayor exactitud el origen del mundo y todos sus secretos.