“Yo tengo dos tipos de chorizo. Uno picante y otro dulce. Vamos a ponerle un picante y un dulce. Los demás, los reservamos. La abuela Tasi solía ir a comprar el chorizo a un pueblo que se llama Villalón de Campos, en Valladolid. Un municipio, al lado del suyo que era Herrín de Campos, y decía que iba a este pueblo a comprar el chorizo porque le parecía el mejor. Un chorizo que nos ha mandado el propio carnicero desde Villalón. Es Alejandro Revilla, que dice que hay más carnicerías en el lugar que, seguro, que también hacen chorizos muy buenos”, aseguraba Karlos Arguiñano este viernes, 3 de noviembre.

Todo mientras elaboraba una receta en su programa de Antena 3 que lleva el nombre de ‘Cocina Abierta’. En el mismo, el mediático chef se esmeró en hacer una receta de callos de la ‘Abuela Tasi’, uno de los manjares más clásicos para chuparse los dedos y en la que el chorizo de  Villalón de Campos fue protagonista.

La localidad vallisoletana se ubica a unos 70 kilómetros de Valladolid capital. Pasa por ser uno de los grandes núcleos de población de los que podemos disfrutar en el norte de la provincia pucelana. En la actualidad cuenta con un total de 1526 habitantes, según apunta el Instituto Nacional de Estadística (INE). De amplia tradición histórica y patrimonial, con el ‘Rollo Jurisdiccional’ de estilo gótico que reina en la Plaza Mayor del municipio, Villalón de Campos pasa por ser uno de los lugares más bellos de la provincia pucelana.

Su importancia gastronómica es también notable con un producto que sobresale, por encima del resto, como es el queso. De hecho, en el lugar cuentan con un museo dedicado a este producto y son varias las ferias que se desarrollan, entorno al queso en Villalón, a lo largo de todo el año. Ahora el chorizo, por culpa de Karlos Arguiñano, le ha quitado un poco de protagonismo.

“Me llamaron de la productora del programa de La Cocina Abierta. Tengo una tienda online, y también una física en Villalón de Campos y querían este producto, de nuestro pueblo, para hacer la receta. Así lo hice y la verdad es que estamos encantados con la repercusión que ha tenido el hecho de que nuestros chorizos hayan aparecido en el programa”, confiesa, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Alejandro Revilla.

Carnicería July en Villalón de Campos

A sus 50 años, nuestro entrevistado, y el citado por el famoso cocinero vasco, suma 30 años al frente de la Carnicería July que se ubica en la calle Constitución y que ofrece al cliente toda la carne habida y de por haber con una calidad supina. Morcillas, salchichas, panceta, carne de cerdo, también de ternera, y, cómo no podía ser de otra manera, también esos chorizos que han enamorado al gran Karlos Arguiñano.

“La abuela Tasi, que es la protagonista de la receta de La Cocina Abierta, venía a Villalón porque, por aquel entonces, había unas ocho carnicerías en el pueblo y todas vendían unos chorizos de mucha calidad. La clave de nuestro establecimiento carnicero pasa por conseguir que todo el producto esté hecho con amor. Elaboramos y vendemos pequeñas cantidades para que todas salgan buenas y sean de calidad”, confiesa Alejandro.

Nos explica que pasan por ser unos carniceros jóvenes que se “volvieron de la ciudad al pueblo para montar la carnicería hace 30 años”. Abren todos los días de la semana, con un esfuerzo supino, salvo los domingos. Venden carne de todo tipo y son muchos los que les visitan de otros pueblos para deleitarse con su producto.

“No veo mal el futuro, peo creo que los pueblos nos estamos quedando sin gente y deberían de prestarnos más ayuda y darnos un empujón para seguir adelante”, apunta este carnicero. A él, de momento, la ayuda se la ha prestado Karlos Arguiñano indirectamente, con una recena para chuparse los dedos con su chorizo como protagonista.

Lo que quiere nuestro entrevistado es continuar trabajando “con amor” en un oficio que “le encanta”. El trabajo bien hecho siempre se paga y se lo ha reconocido hasta un famoso chef que continúa convirtiendo en oro cada programa que protagoniza.

Villalón de Campos se convierte en protagonista, en esta ocasión no por el queso, sino por su mejor chorizo.