El rey Carlos V y el navegante Fernando Magallanes.

El rey Carlos V y el navegante Fernando Magallanes.

Valladolid

Valladolid, el punto de partida del sueño de Magallanes: dar la vuelta al mundo

Las Capitulaciones firmadas en la ciudad el 22 de marzo de 1518 otorgaron al navegante portugués la potestad de embarcarse en una ruta hasta entonces inédita

31 agosto, 2022 07:00

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Hace 504 años Valladolid fue testigo de un acontecimiento histórico que marcaría para siempre el devenir de la humanidad. El punto de partida para que fuese posible la primera vuelta al mundo, la mayor hazaña naútica de la historia del hombre, se produjo un 22 de marzo de 1518 en la ciudad del Pisuerga.

Las conocidas como Capitulaciones de Valladolid fueron el pistolezao de salida a la expedición de 240 hombres de los cuáles solo regresarían 18 durante tres años y a lo largo de 15.000 leguas, dejando una estela de avances científicos, transformaciones políticas y descubrimientos geográficos.

El sueño de Fernando de Magallanes

El origen de lo que llegarían a ser las Capitulaciones de Valladolid hay que buscarlo en el sueño del navegante portugués Fernando de Magallanes. De instinto viajero y con ansias por descubrir desde su más temprana juventud, en 1505 ya había embarcado a la India con la expedición del virrey Francisco de Almeido, tomando parte después en el viaje a Sumatra y Malaca, impulsado por Diego Lopes de Sequeira. 

Tras ser herido en una expedición contra Marruecos, en 1513, cayó en desgracia con el rey Manuel I de Portugal y, estando en Oporto, en 1516, comenzó a vislumbrar la posibilidad de que las Molucas islas con abundante presencia de especias, muy necesarias para preservar los alimentos en la época estuvieran en el hemisferio señalado a España por el Tratado de Tordesillas (1494) y de llegar a ellas navegando por occidente. Una idea en la que recibió el apoyo del cosmógrafo Rui Faleiro, que consideraba que esa nueva ruta podía ser más corta que la que habían seguido los portugueses hasta ese momento.

El plan de explorar los mares del oeste, a través del Nuevo Mundo descubierto solo dos décadas antes por el navegante genovés Cristóbal Colón, fue rechazado desde un primer momento por Manuel I que consideraba que la empresa estaba totalmente abocada al fracaso. Con todo, Magallanes no cesó en su empeño y puso su ingenio y su espíritu aventurero al servicio de la corona española.

Magallanes viaja a España: su paso por Sevilla

El 20 de octubre de 1517, Magallanes llega a Sevilla y a través de Diego Barbosa, con cuya hija se casó, y de Juan de Aranda, factor de la Casa de Contratación, lograría entrevistarse con Carlos I en la ciudad de Valladolid. En su estancia sevillana, el navegante había castellanizado su nombre original, Fernão de Magalhaes, y su buen amigo Rui Faleiro se había unido a él en el mes de diciembre en tierras españolas.

Mientras todo esto ocurría, Carlos era nombrado rey por las Cortes de Valladolid a inicios del año 1518. Inmediantamente después, el 20 de enero de 1518, Magallanes y Faleiro emprendieron su viaje hacia la capital castellana para entrevistarse con el nuevo monarca, gracias a los contactos de Juan de Aranda y a la mediación del obispo de Burgos, Juan Rodríguez de Fonseca. Carlos I quedaría impresionado por las ideas del navegante portugués y vería en ellas una forma de dar rienda suelta a sus aspiraciones como rey.

Las Capitulaciones de Valladolid y la primera vuelta al mundo

Tras el éxito de su entrevista con Carlos I, Magallanes logró firmar, con el apoyo firme de Juan Rodríguez de Fonseca, las conocidas como Capitulaciones de Valladolid el 22 de marzo de 1518 en las que se le nombraba, junto con Rui Faleiro, capitán general de un conjunto de cinco naves y de 240 hombres. Además, se adjudicaba al navegante portugués el monopolio de la ruta durante una década, la potestad de nombrar gobernadores en las tierras que descubriese y un 5% de los beneficios que obtuviese en el viaje.

La flota capitaneada por Magallanes debía llegar a las islas de las especias por la ruta occidental, y a través de mares de jurisdicción española. Para ello, el ambicioso navegante esperaba descubrir un estrecho en el extremo sur de América. La expedición, formada por los navíos La Trinidad, capitaneada por Magallanes y con 62 hombres, La Concepción, dirigida por Juan Sebastián Elcano y con 44, San Antonio, con 57, Victoria, con 45, y Santiago, con 31, salió de Sevilla el 10 de agosto de 1519.

Después de atravesar Sanlúcar y Tenerife, la bahía de Río de Janeiro y el estuario del Plata, llegó al puerto de San Julián. Allí pasó el invierno austral de 1520, entrando en contacto con los patagones, nativos de la zona, y perdiendo en esa costa la nave Santiago. Continuó la expedición hacia el sur y atravesó, entre el 21 de octubre y el 28 de noviembre, el largo estrecho que llevaba al Mar del Sur, que en la actualidad lleva el nombre de su descubridor, a pesar de que él puso el de Todos los Santos.

Con tres naves, ya que la de San Antonio había desertado, atravesó en 98 días el oceáno hasta las islas de los Ladrones, ayudado por alisios suaves, pero sufriendo enormemente por la falta de agua y de víveres y por la enfermedad del escorbuto. La primera isla habitada que encontraron fue la de Guam, el 6 de marzo de 1521, donde repostaron e iniciaron un primer contacto con los nativos, y el 16 de marszo llegaron a la de Samar, en el archipiélago de las Filipinas, que Magallanes llamó de San Lázaro.

En la isla de Cebú, el 7 de abril, fueron acogidos por su rey, que se convirtió al catolicismo y les pidió que le ayudasen contra un reyezuelo enemigo. Magallanes accedió, y murió el 27 de abril de 1521 luchando contra los indígenas. Los supervivientes quemaron La Concepción y cargaron con especias La Trinidad y La Victoria. La Trinidad naufragó y La Victoria, bajo el mando de Elcano, llegó a Sevilla en 1522 con solo 18 hombres. Los supervivientes de una primera vuelta al mundo cuyo origen estuvo en Valladolid.