La buena climatología, las ganas de disfrutar y los casi tres años son procesiones han provocado que, este año, las calles de Valladolid hayan estado repletas de gente durante los días de Semana Santa. Circunstancia que he redundando de una forma muy positiva en la hostelería de la provincia, muy dañada desde marzo de 2020 cuando se inició la pandemia por la COVID-19.

De hecho, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Valladolid (Apehva), Jaime Fernández, ha reconocido que estos días “han sido excelentes y muy positivos”. No solo en la capital, sino también en la provincia donde se ha notado que “ha sido una Semana Santa muy completa”.

El Jueves Santo, el Viernes Santo y Sábado Santo la restauración ha trabajado “muy bien, tanto por la mañana, como por la tarde”, e incluso los demás días, que suelen ser más problemáticos, "ha habido mucha afluencia de gente”. Incluso las noches “cuando normalmente, en años anteriores, las teníamos muy paraditas”.

Y es que después de tantos meses marcado por las restricciones obligadas por la pandemia, estos días han significado un balón de oxígeno para los bares y restaurantes “sobre todo después de las Navidades que, con la sexta ola, fueron nefastas cuando suele ser una época en la que recuperas lo mal que te pueda haber ido en los meses anteriores”.

Ya después de la celebración de Pingüinos “notamos más movimiento y la Semana Santa ha sido un aire fresco que viene muy bien para la economía”, más aún con la situación que se vive actualmente en el mundo.

Tiempo casi veraniego

Otro de los factores claves ha sido la climatología, muy benévola durante estas fechas de Pascua, siendo un aliado imprescindible con los hosteleros. “Ha sido fundamental pero no solo para nosotros, sino también a la hora de ver la ciudad”. Terrazas llenas, locales a rebosar y un ambiente de lujo que ha permitido que “incluso en las procesiones hubiera hasta seis filas para poder disfrutar de ellas”.

Todo ello ha formado, junto a las ganas de salir, un coctel perfecto que han permitido que se demuestre que “la provincia de Valladolid es una zona turística y gastronómica que gusta mucho”. Se refleja así que “la gente tiene ganas de disfrutar porque ya está cansada de todo esto a pesar de que aún se mantiene cierto temor porque el virus no ha desaparecido. Se ha mantenido la precaución, pero todos tenemos ganas de volver a la normalidad”.

En definitivas, un ambiente “extraordinario” que ha hecho que se superaran datos de 2019, sobre todo, ha reiterado Fernández, “por el tiempo, que ha sido fundamental”. En definitiva, un respiro importante que desde Apehva se desea que sea inicio de un regreso a tiempos pretéritos que les permita afrontar el resto del año y los venideros con el optimismo con el que les ha imbuido la Semana Santa.