Castilla y León

Castilla y León

Valladolid

VÍDEO | La suciedad da al traste con las polémicas calles pintadas de Valladolid

19 agosto, 2020 11:42

GALERÍA DE IMÁGENES

La polémica y colorida iniciativa del Ayuntamiento de Valladolid de pintar el asfalto de varias de las más céntricas calles de Valladolid ha perdido lustre demasiado pronto. Si hace unas semanas le llovían críticas al equipo de gobierno de Óscar Puente por el nuevo carril bici del paseo de Isabel la Católica y sus consiguientes atascos, ahora son ya muchas y variadas las voces que le echan en cara el rápido deterioro de las calles pintadas, casi antes, incluso de estrenarlas. Y lo que llegó como una original idea para dar color y vistosidad para fomentar el paseo de vallisoletanos y turistas y las ventas del comercio se ha convertido en el blanco de las críticas de sus principales detractores.

Hace apenas un par de semanas, las peatonalizadas calles Regalado y más recientemente Constitución y Menéndez Pelayo, estrenaban diseños con colores muy vivos de la mano de artistas locales. La polémica también fue palpable entre los ciudadanos, con división de opiniones: unos preferían la sobriedad de los adoquines y lo veían como un gasto innecesario frente a los que defendían esta explosión de color para alegrar los paseos y las compras. Hasta Tele 5 se hizo eco de la controversia.

Son seis las calles que lucirán estos diseños del colectivo Fresas con Nata: Constitución, Menéndez Pelayo, Licenciado Vidriera, Francisco Zarandona (más adelante) y Claudio Moyano, donde se está trabajando en estos momentos.

Lo cierto es que el aspecto actual de estos dibujos artísticos ha desmejorado en cuestión de días, en gran parte por el tránsito de vehículos de reparto en las zonas comerciales, incluso la mera suciedad cotidiana y las manchas se hacen más visibles en este suelo colorido. La pintura se ha deteriorado y la explosión de colores, con suciedad y manchas, presenta un aspecto desagradable. 

Un proyecto defendido por el Ayuntamiento por su ahorro económico, por evitar problemas con los adoquines y por dar más vitalidad al centro, pero a la vista está de que no ha sido la idea brillante que vendieron a los vallisoletanos.