El Real Valladolid necesitaba recuperar las sensaciones ofensivas, volver a marcar después de tres partidos de sequía. Pero el equipo de Sergio González sigue sin tener finura en el tramo definitivo del campo, sin conseguir superar al portero rival. Ante la falta de gol, el empate es la máxima aspiración, más aún si, como este domingo, se recibe a uno de los equipos punteros de Primera División, la Real Sociedad.

Comenzó la Real Sociedad con más fuerza y presencia en el campo, demostrando por qué es un aspirante a los puestos nobles de la clasificación. Con Odegaard mandando en el ritmo del partido, los visitantes buscaron sacar ventaja en los centros al área, con los remates de cabeza de William José primero a las manos de Masip y de Le Normand después ajustado al poste. Eran sólo 11 minutos de partido y la tendencia era negativa para el equipo del recién renovado Sergio González.

El Pucela buscó con velocidad y balones largos desquitarse del dominio visitante. Así llegó la primera ocasión clara, tras una falta sobre Nacho que Hervías, desde unos 14 metros, lanzó con potencia y precisión al larguero, asustando por primera vez a Remiro.

Mientras la temperatura defensiva subía para el Real Valladolid, las posesiones ofensivas seguían siendo muy breves. Michel logró controlar el balón en la frontal y condujo en paralelo a la portería de la Real, regateó y amagó para superar a la defensa pero, en el momento óptimo para el disparo optó por buscar a Sandro en profundidad, perdiendo el balón al no entenderse con el delantero.

La primera mitad había dejado un sabor de boca agrio en las gradas de Zorrilla, al ver que su equipo no lograba poner claridad en un encuentro con la lluvia como invitada persistente.

Tras el paso por vestuarios, el pulmón de Zorrilla se detuvo con el gol de Sandro en el minuto 60, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego. La lesión de Nacho obligó a Sergio Gonzálea a adelantar el primer cambio al minuto 65, dando entrada a Pedro Porro. Seis minutos después fue Plano el que entró en lugar de Hervías, tratando de mejorar la conexión con Guardiola y Sandro.

Precisamente Guardiola tuvo un claro remate tras el pase de su compañero de delantera, pero Remiro estuvo ágil para evitar el gol. A falta de nueve minutos, Sergio optó por la contención y Anuar reforzó la medular mientras Sandro abandonaba el partido.

La Real sacó los mejores momentos de su repertorio en los últimos minutos, primero con un gran pase de Odegaard que Salisu evitó que derivara en un mayor peligro y después con Oyarzabal como protagonista; primero tras recibir con comodidad en el área, pero no pudo superar con facilidad a Pedro Porro y disparó fuera. Ya en el descuento, disparó con potencia desde fuera del área obligando a Masip a estirarse para detener el envío.

Al final, un empate que el Valladolid da por bueno ante un rival de la zona alta de LaLiga, pero que alargar la sequía goleadora a cuatro partidos sin festejar un tanto para el Pucela.

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