
El Acueducto de Segovia en la capital segoviana
La expresión para referirse a Segovia que muchos segovianos odian: en el resto de España no se entiende
Una gran mayoría de la población segoviana rechaza el término.
Más información: La expresión para referirse a León que muchos leoneses odian: en el resto de España no se entiende
Noticias relacionadas
- La expresión para referirse a León que muchos leoneses odian: en el resto de España no se entiende
- La expresión para referirse a Zamora que muchos zamoranos odian y que no se entiende en el resto de España
- La expresión para referirse a Valladolid que muchos vallisoletanos odian y que media España no entiende
La ciudad de Segovia se encuentra irremediablemente marcada por su ubicación geográfica. Esta histórica capital de provincia de Castilla y León, que cuenta con un inmenso patrimonio histórico, se encuentra a menos de 70 kilómetros y a poco más de una hora en coche de Madrid y esa realidad condiciona su día a día.
La capital segoviana es un destino predilecto para una gran cantidad de ciudadanos de la capital de España que deciden acudir muchos fines de semana, y también en vacaciones, a disfrutar del patrimonio, de las zonas verdes y de su exquisita gastronomía, escapando, de ese modo, del ajetreo de la vida en la gran urbe.
Esta ciudad de Castilla y León se ha convertido también en la opción favorita de una gran cantidad de turistas tanto europeos como extracomunitarios que viajan a Madrid y que optan por pasar un día visitando el impresionante Acueducto de Segovia o el Alcázar, ante la cercanía que permite hacer un viaje de ida y vuelta.
El turismo
En las calles de la capital segoviana es cada vez más habitual observar grandes grupos de turistas que tienen un impacto muy positivo en la economía local, ya que el sector turístico, la hostelería y en general los servicios se ven muy beneficiados por su llegada, pero la afluencia de visitantes también tiene algunos hándicaps.
El turismo cada vez más masivo ha generado en la ciudad algunos problemas, como puede ser el acceso a los aparcamientos públicos, sobre todo los fines de semana y en algunos puentes y días festivos, y algunos problemas de convivencia que, por ahora, no dejan de ser anecdóticos, pero que preocupan a parte de la población.
Entre ellos destaca la polémica suscitada cuando tres turistas decidieron subirse a lo alto del Acueducto de Segovia en agosto de 2024 para hacerse una foto, vulnerando las normas de seguridad, una situación que generó una gran indignación entre las personas presentes en el lugar, que no daban crédito a lo que veían.
Un incidente que reavivó el debate sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y la vigilancia en la cercanía de monumentos históricos de primer orden de la capital segoviana, como el Acueducto, ante la cada vez mayor llegada de turistas a la ciudad, especialmente desde Madrid.
Una expresión rechazada
De esa realidad proviene una expresión que no gusta a los segovianos cuando se refieren a la ciudad con ella y es la de 'madrileñofobia' o 'turismofobia'. En concreto, se trataría del rechazo de parte de la ciudad a la afluencia masiva de turistas que altera su vida cotidiana especialmente los fines de semana.
Una expresión vinculada a las quejas por los comportamientos a veces incívicos y a algunos problemas de tipo logístico provocados por el turismo masivo pero que no tiene razón de ser ya que una inmensa mayoría de los ciudadanos segovianos ve con buenos ojos un fenómeno que contribuye al impulso de su economía local.
Durante la pandemia de la COVID-19 se hizo especial referencia en el debate público a la cuestión de la 'madrileñofobia' en Segovia, ante la llegada de un gran número de turistas madrileños tras el final del primer estado de alarma, en junio de 2020, y ya entonces desde las autoridades municipales se rechazó el término.
La entonces alcaldesa, la socialista Clara Luquero, rechazó tajantemente el término y aseguró que Segovia tenía "las puertas tan abiertas como los arcos de su Acueducto". Una postura que comparte el actual regidor, el popular José Mazarías, que ha apostado con fuerza por el turismo durante su año y medio de mandato.
Una expresión, pues, que no gusta a los segovianos y que se aleja de la realidad de una ciudad acogedora, abierta al mundo y, a su vez, consciente de la importancia de su riqueza patrimonial y de que todos los que visiten la ciudad deben respetar las normas de convivencia para disfrutar de una capital de provincia incomparable.