La Policía Nacional de Salamanca ha detenido a un joven de 20 años que golpeó varias veces la ventana de un domicilio de la ciudad, llegando a amenazar de muerte a su moradora, que produjo importantes daños en un coche aparcado y que ejerció una actitud desafiante ante varios policías a los que atacó.  

Los hechos se remontan al pasado 4 de mayo sobre las 07:00 horas, cuando la Policía Nacional fue alertada por una ciudadana de que estaba siendo amenazado de muerte por un joven que, además, estaba golpeando reiteradamente las persianas de las ventanas de su casa, ubicada en la calle Sierra de Béjar de la ciudad. 

Fue entonces cuando varios agentes se personaron en el lugar de los hechos, siendo a su llegada cuando estos observaron varios tiestos rotos y la tierra de los mismos esparcida por el suelo.

Acto seguido, los policías procedieron a entrevistarse con la alertante, quien les reiteró los hechos manifestados por teléfono, al tiempo que facilitó las características físicas del autor, dado que este abandonó el lugar antes de la llegada de la Policía. 

Entonces, los agentes vieron que en el lugar había un turismo estacionado que presentaba numerosos daños, tales como abolladuras, retrovisores arrancados, rayones, así como residuos de tierra en el capó del mismo y restos de sangre en la puerta del conductor. 

Así, una vez que la Policía Nacional identificó al propietario del coche, le informó de lo ocurrido, por lo que este se personó en el lugar manifestando que cuando aparcó su turismo, este no presentaba ningún daño. 

Al mismo tiempo, los agentes se centraron en la búsqueda del presunto autor de los hechos por las inmediaciones del lugar. Esto permitió que en un portal próximo encontrasen restos de tierra, lo que les llevó a acceder al portal en cuestión y, tras ello, a encontrar más tierra junto a la puerta de una de las viviendas. 

Ante las sospechas de que el autor de los hechos se encontrara en dicho domicilio, los agentes optaron por llamar, siendo un hombre con las mismas características que las facilitadas por la víctima el que les abrió la puerta. Además, este tenía restos de sangre en una de sus manos, por lo que la Policía le invitó a abandonar la casa y a acompañarles hasta la calle. 

Allí fue donde finalmente el joven en cuestión fue informado de los hechos ocurridos y donde este negó su participación. No obstante, fue reconocido por varios vecinos como el autor de los hechos. 

En ese mismo momento, el hombre en cuestión empezó a mantener una actitud despectiva y desafiante ante las palabras de los funcionarios policiales. De hecho, en un momento dado intentó entrar nuevamente al portal, para dirigirse hacia el interior de su domicilio. Y es que, aunque uno de los agentes allí presentes consiguió impedirlo, el joven sí llegó a acometerle, lo que provocó que finalmente fuese reducido y posteriormente detenido.