Existen parajes naturales especiales donde siempre se encuentra alguna sorpresa. Es el caso de una pequeña y escasa flor, que semeja un insecto, en este caso una abeja, por lo que se la conoce como 'avispina', que se encuentra en el Parque Natural Arribes, concretamente en el término de Villarino de los Aires.

Todo el que acude al Teso de San Cristóbal, un pronunciado promontorio que cae en vertical hacia el río Tormes, intenta encontrar esta escasa flor. Algo que casi siempre se hace imposible. Además, tan sólo crece en primavera. Dicen que si se planta en otro lugar, muere, ya que nace en terrenos muy concretos, habitan matorrales, tomillares, pastizales más o menos empobrecidos y lugares abiertos y, por ello, se puede decir que está considerada el grupo de orquídeas terrestres europeas más importante.

Estas orquídeas se llaman generalmente 'orquídeas abeja', 'avispina' en Villarino de los Aires, porque las flores se asemejan a los cuerpos de los abejorros y de otros insectos. Las especies de este género se distribuyen desde el centro y sur de Europa, África, Asia Menor, llegando hasta las montañas del Cáucaso, pero principalmente en la cuenca del Mediterráneo.

Ophrys_scolopax

Durante el verano estas orquídeas están en reposo (es decir, pierden la parte aérea y sobreviven el calor y sequía del estío gracias a sus tubérculos subterráneos, que sirven como reserva de agua y nutrientes). A lo largo del verano, entonces, se seca toda la parte aérea y, al llegar el otoño, con algo más de fresco y lluvia, se suelen desarrollar las hojas de la roseta basal, que permanecen durante el invierno. Ello permite que se inicie la formación de un nuevo tubérculo durante el otoño. Se detiene casi su desarrollo durante el invierno y se acelera a la primavera siguiente.

Cada orquídea tiene su propio insecto polinizador y depende completamente de esta especie polinizadora para su supervivencia. Lo que es más los machos embaucados es probable que no vuelvan o incluso que ignoren plantas de la misma especie. Por todo esto solamente cerca del 10 % de la población de Ophrys llega a ser polinizada. Esto es suficiente para preservar la población de Ophrys.