La Policía Nacional detiene en Salamanca a un hombre, de 42 años, en el Barrio de Buenso Aires, al observar que un coche circulaba por varias calles en dirección prohibida tras observar la presencia del coche policial.

Se da la circunstancia, además, que esta persona tenía una prohibición para estar y residir tanto en la capital como en la provincia salmantina.

Una vez percatados de la infracción de tráfico, los agentes policiales comienzan la persecución del vehículo, pidiendo al conductor que detuviera el automóvil. Sin embargo, el detenido sigue circulando a velocidad excesiva por varias calles de la ciudad, lo que hace que cometiera, a mayores, varias infracciones de tráfico. En esta huida, pone en peligro tanto a otros vehículos como a los peatones que caminaban por las aceras o por los pasos de cebra.

A esta persecución se unieron más coches patrulla, hasta que el conductor abandona el coche en la zona del río Tormes próxima a Huerta Otea y nada hasta la mitad del cauce fluvial del río.

Ante las indicaciones de los agentes policiales, el fugitivo regresa a la orilla, pero intenta huir una vez más, hasta que los policias nacional logran atraparlo. Una vez que le toman los datos personales, observan que sobre el mismo pesa una prohibición para residir y estar tanto en la ciudad de Salamanca como en la provincia. Y proceden a su detención ingresando en prisión una vez que pasa a disposición del Juzgado de Guardia.