El invento del cine supuso toda una revolución dentro de la industria del entretenimiento y hoy día lo asumimos y consumimos como parte de nuestra cultura cotidiana, pero los comienzos, como pasa con todo, nunca fueron fáciles.

Antes de que se crearan edificios específicos para disfrutar de la linterna mágica, el cine se mostraba en barracones que iban de ciudad en ciudad para mostrar a un asombrado mundo los milagros de la técnica. La banda sonora no se introdujo hasta los años veinte así que, hasta entonces, el cine era mudo.

Esos primeros años son los que Chema Corvo, Alicia Garrudo y Roberto Encinas quieren recrear con su espectáculo. Convierten el espacio en un barracón donde muestran algunos fragmentos de cine mudo acompañados con música en directo, tal y como se hacía en esos primeros años.

Un peculiar maestro de ceremonias introduce en la magia del cine (invento diabólico para algunos y fábrica de sueños para otros). De este modo muestran los inicios del cine, cómo se rodaban las películas, la artesanía del montaje y, sobre todo, cómo era su exhibición y la reacción del público en esos primeros años en los que todavía había tanto por descubrir.