La duquesa de Alba junto a una imagen de la villa romana de La Olmeda

La duquesa de Alba junto a una imagen de la villa romana de La Olmeda Palencia Turismo

Palencia

La villa de Palencia que fascinó a la duquesa de Alba: la visitó con su marido y se llevó un curioso regalo

Un destino turístico monumental declarado Bien de Interés Cultural, en el que la aristócrata causó gran expectación y que ella misma definió como un lugar "magnífico".

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Cayetana de Alba, comúnmente conocida como la duquesa de Alba, fue, es y será uno de los grandes iconos de la crónica social española. Ejemplo de elegancia y sofisticación, y viva imagen de una mujer fuerte y poderosa donde las haya, su valioso legado aún perdura cuando ya han pasado casi 11 años desde su fallecimiento. Y, al parecer, así seguirá siendo.

A una temprana edad se convirtió en una de las figuras más llamativas de la historia de la corte española, liderando una de las familias aristocráticas por excelencia, y en uno de los personajes estrella de la prensa rosa. Algo que se mantuvo hasta el final de sus días.

Dueña y señora de una convulsa y apasionante vida a partes iguales, allá por donde iba siempre generaba una gran expectación. Y es que, aunque la mayor parte de su vida se desarrolló entre el Palacio de Liria, en Madrid, y el de Dueñas, en Sevilla, lo cierto es que también mantenía un estrecho vínculo con Castilla y León por varios motivos.

En la comunidad el clan llegó a tener gran parte de sus propiedades en territorio español, destacando, fundamentalmente, la provincia de Salamanca, donde incluso todavía conserva alguna, como el Palacio de Monterrey, el castillo de Alba de Tormes, de donde procede el nombre de la casa nobiliaria; y el Castillo de El Tejado, entre otros castillos, palacios y fincas.

Además, su tercer y último marido, Alfonso Díez, es natural de Palencia, una tierra que ha visitado en varias ocasiones. A lo largo de su vida, la duquesa de Alba se ha dejado ver por varios pueblos de la provincia.

Sin embargo, solo uno de ellos, que confesara, le dejó completamente impresionada. Se trata de Pedrosa de la Vega, donde la aristócrata sorprendió en la preciada villa romana de La Olmeda.

Lo hizo en junio de 2010, acompañada de su pareja, Alfonso Díez, con el que visitó la última remodelación del yacimiento arqueológico tardorromano del siglo IV, uno de los más destacados de Europa en su género.

Cayetana de Alba y Alfonso Díez en su boda el 5 de octubre de 2011

Cayetana de Alba y Alfonso Díez en su boda el 5 de octubre de 2011 Gtres

Nada más llegar, Cayetana y Alfonso fueron recibidos por el alcalde de Saldaña y experto en arqueología, Miguel Nozal, entre otras autoridades municipales con las que recorrieron el yacimiento, mostrando en todo momento mucho interés y atención a cada detalle del lugar, y causando gran expectación en trabajadores y visitantes. "Es magnífico", comentó la duquesa.

Del mismo modo, Cayetana confesó su "fascinación" con la villa y, sobre todo, con los mosaicos que alberga el museo, propiedad de la Diputación de Palencia, que reabrió al público en abril de 2009 tras dos años y medio de reforma integral.

Al término de la misma, la aristócrata, que se mostró muy satisfecha con la experiencia, fue obsequiada con un curioso regalo consistente en un saco de alubias típicas de la zona con las que recordar su paso por tierras palentinas.

Si bien, durante la que varios medios de comunicación señalan como la primera visita de la duquesa de Alba a la provincia de Palencia, el matrimonio también aprovechó para conocer una de las grandes joyas turísticas de la zona, el Monasterio de San Zoilo, en Carrión de los Condes.

Se dice que por allí pasearon, se empaparon de la historia, el arte y la arquitectura del lugar e incluso disfrutaron de una comida "buenísima" en el restaurante de este emplazamiento que hoy funciona como un exclusivo hotel de cuatro estrellas y en la que tuvieron ocasión de degustar las criadillas, la morcilla y las legumbres palentinas, entre otros productos.

Una escapada que muy seguramente quedó grabada en la memoria de la eterna duquesa y también de su marido, quien pudo presumir orgulloso de haber acercado a su esposa sus raíces.

Ahora bien, cabe destacar que esta no fue la única vez que Cayetana Fitz-James Stuart se dejó ver por Palencia, pues casi cuatro años después esta regresó, también con su marido, para inaugurar una de las mayores muestras de belenes del mundo, también en Carrión de los Condes.

Una visita en la que llegó a firmar en el libro del convento de Santa Clara y de la que también se marchó con muy buenas impresiones y con un ramo de rosas de recuerdo entre otros obsequios.

"Estoy encantada de haber venido", confesó la duquesa, agradeciendo, además, el calor recibido por tantos y tantos palentinos.

Villa romana de La Olmeda

En cuanto al lugar que tan impresionada dejó a la duquesa de Alba, cabe destacar que se trata de una villa romana situada a 60 kilómetros de la capital palentina, cuyo yacimiento arqueológico, considerado uno de los más importantes del mundo romano hispánico, fue descubierto en 1968 con motivo de la realización de unas labores agrícolas.

Imagen de la villa romana de La Olmeda

Imagen de la villa romana de La Olmeda Palencia Turismo

Así se supo que en la zona existió una espléndida villa rural con aires palaciegos. Un hito que hizo que dos décadas después del hallazgo el conjunto fuese declarado Bien de Interés Cultural.

Actualmente se puede visitar y de hecho son muchas las actividades que se celebran en el museo, dirigidas a todo tipo de públicos, con el fin de difundir el importante legado de la villa romana de La Olmeda: una gran mansión rural del Bajo Imperio.