Las llamas vistas desde Guardo y algunos vecinos
Un pueblo de Palencia, atrapado entre dos incendios: "Están siendo días de infierno y de mucho miedo"
Los vecinos están viviendo esta situación con incertidumbre y los negocios están teniendo pérdidas económicas considerables puesto que esta es "la mejor época del año".
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Los incendios forestales siguen dejando estampas desoladoras en Castilla y León. Las llamas han arrasado miles de hectáreas y donde antes había naturaleza, ahora hay terrenos convertidos en ceniza.
Son muchas las localidades y provincias que se han visto afectadas. Zamora, León, Salamanca o Palencia son las que más han sentido estos incendios forestales y los siguen viviendo, porque aún no se han dado por controlados muchos de ellos y el nivel continúa siendo alto.
Las llamas han arrasado viviendas, recuerdos, negocios y miles de historias que guardaban muchos de los pueblos que, durante estas fechas, están llenos de vida en Castilla y León. Uno de ellos el de Guardo, en Palencia, que se ha visto afectado por varios incendios en estas semanas.
Sandra Fernández, presidenta de la Asociación de Empresarios y Profesionales de Guardo, relata en declaraciones a El Español - Noticias de Castilla y León que siguen estando "perdidos" por distintos puntos de la provincia, puesto que algunos, aunque vivan en este municipio, tienen casa o familia en otros que se han visto aún más afectados por la virulencia de las llamas.
En su caso, tiene vivienda en Barniedo de la Reina, donde están sus familiares, y que es una de las zonas más afectadas por las llamas de la zona de Boca de Huérgano, que permanece activo. "Yo lo hago como puedo. Vengo a trabajar si es posible y sigo de aquí para allá", explica.
En este sentido, recuerda que ya llevan ocho días luchando con las llamas y que es "un infierno". Asimismo, afirma que el sentimiento de la localidad es de descontrol, sin saber "a qué atenerte" y confiando cada día en que vaya llegando a su fin.
Un municipio que, como explica, se encuentra en "el medio", afectado por distintos focos como el de Boca de Huérgano y el de Resoba, principalmente. Una situación que ha provocado un enorme temor ante la cercanía de las llamas.
De hecho, el municipio ha estado confinado, aunque no han tenido que desalojar sus viviendas como sí le ha ocurrido a los 564 vecinos de Mantinos, Fresno del Río y Villalba de Guardo.
A Guardo el fuego se acercó por la zona del polígono industrial, aunque no llegó a negocios o viviendas. Una situación que sí se ha vivido en San Pedro de Cansoles, a cuatro kilómetros de Guardo.
El fuego, que se dirigía desde León, arrasó con fuerza la localidad. Los vecinos fueron evacuados y muchas viviendas han terminado calcinadas. Algunas eran de personas que acudían a veranear, aunque también se han visto afectadas las de personas que viven allí de forma habitual y en las que han invertido sus ahorros.
En el caso del municipio de Guardo, pese a que las llamas no han llegado al municipio, sí que están afectando a los negocios en una temporada alta. "La gente es la época que más aprovecha económicamente. Son fiestas de pueblos y los municipios se llenan", afirma.
En este sentido, con el inicio de los incendios y la incertidumbre que han provocado, muchos abandonan: "Hay personas que tienen miedo y se han ido. Esta es la mejor época para trabajar, pero parece que los incendios no terminan nunca".
Sandra destaca la respuesta de la sociedad que han acudido a ayudar en masa cuando se ha necesitado. "Ha sido tan inabarcable todo que es muy complicado. Todos los días cambia la meteorología, es una situación muy difícil con focos que no sabíamos de dónde venían".
En este sentido, confía en que la normalidad pueda llegar cuanto antes y que la bajada de temperaturas ayude a estabilizar los focos que aún permanecen activos. El incendio de Resoba, declarado el 10 de agosto, en Cervera de Pisuerga ya ha descendido a nivel 1 de gravedad.
Por otra parte, el de Boca de Huérgano tiene previsiones "optimistas" tras las labores de extinción de esta madrugada.