Ampudia es una localidad palentina que en la actualidad cuenta, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) con un total de 600 habitantes y se ubica al sur de la provincia a unos 26 kilómetros de la capital si nos acercamos a uno de los pueblos más bellos de España por la carretera P-901.

En Ampudia las calles y las plazas porticadas llaman al visitante a transportarnos a los tiempos del medievo. Por aquel entonces, ostentaba el protagonismo merecido de toda la comarca de Tierra de Campos. Resulta delicioso pasear entre sus rincones y alzar la vista perdiendo nuestra mirada para encontrarnos con la cumbre más alta del lugar, la sensacional Colegiata de San Miguel.

Su núcleo urbano cuenta con la declaración de Conjunto Histórico-Artístico y sus habitantes recibieron con orgullo el Premio Provincial de Turismo del año 2022. En el año 1991 recibió un merecido premio de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León. Todo por su buen hacer en este sentido.

Aunque Ampudia huela a medievo, también hay constancia de restos arqueológicos que nos invitan a pensar que la zona ya fue habitada en la Edad de Bronce. Su larga historia ha legado un extenso y muy valioso patrimonio, digno de visitar.

Por los turistas que recibe, sobre todo los fines de semana, Ampudia resulta perfecta para abrir un negocio. Y si es un restaurante, más todavía, para ofrecer los mejores platos a todas las personas que hasta allí se desplazan para darles las mejores elaboraciones basadas en el buen yantar.

Allí ha reabierto sus puertas El Olivo. Un establecimiento hostelero que se inauguró el pasado 9 de octubre de 2019 y que se cerró el 15 de agosto de 2023. Sin embargo, Luis Sancho Hernán y Steven Liébana Castro, han cogido las riendas del lugar para reinaugurar el bar el pasado 12 de octubre en la calle Callejuelas número 3 del lugar.

Imagen del restaurante en Ampudia

Dos profesionales contrastados y una ilusión

Luis Sancho Hernán tiene 42 años y es natural de Fuentes de Nava. Tras pasar por la Educación Secundaria comenzó a trabajar en el sector de la construcción para, unos años después y como apasionado de la cocina, decidió formarse en la Escuela de Valladolid para, a renglón seguido, comenzar a trabajar en diferentes cocinas.

Por su parte, Steven Liébana Castro tiene 40 años y es nacido en otro municipio palentino como Guardo. Tras abandonar la Educación Secundaria, decide formarse en varias escuelas del País Vasco y Cantabria para comenzar su andadura profesional en España, pero también en Italia y Francia. Después regresaría a nuestro país para trabajar en restaurantes con estrellas Michelin.

“Nuestra vinculación con Ampudia es fuerte. Trabajé en La Casa del Abad cuando conseguimos la estrella Michelin por el año 2005. Allí conocí a mi esposa Verónica, que es natural de Ampudia y ahí nace la vinculación con la gran villa de Ampudia”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Steven.

Ambos cuentan con más de 20 años de experiencia en el mundo hostelero. Los dos llevan más de 10 años juntos en diferentes restaurantes.

Imagen del olivo en el restaurante de Ampudia

Un restaurante único con platos que quitan el sentido

El Restaurante El Olivo se ubica en una céntrica zona de Ampudia. Cuenta con un patio interior con toldos de 200 metros, un bar de 70 metros cuadrados y un restaurante de 120 metros cuadrados.

“Hemos realizado una obra que no es de grandes dimensiones. Se ha realizado el acondicionamiento y se le ha dado un poco más de personalidad al local. La oferta gastronómica se basa en el producto de cercanía, en los productores locales o de proximidad y en una cocina castellana actualizada”, asegura Luis en declaraciones a este medio.

Los platos estrella son, como ambos socios confiesan, el lechazo a baja temperatura, la carrillera glaseada, los callos de ternera y una repostería “muy a la altura” que pasa por ser “totalmente casera”. Todos los platos, que están para chuparse los dedos, “está elaborada de manera artesana”, añaden.

Imagen del restaurante en Ampudia que ha reabierto sus puertas

Un futuro que se antoja prometedor

“La inversión no ha sido alta. Hemos tenido que renovar algo de maquinaria, vajilla y algún detalle más. El futuro, debido a la situación actual, es convulso. La hostelería pasa por sus peores momentos, pero somos optimistas y luchadores. Creemos en este proyecto y la gente está respondiendo muy bien. Estamos muy contentos”, explica Steven.

Ambos son optimistas y ven el futuro con optimismo. Lo que quieren, según confiesan y explican es “afianzarnos y ser referentes en la provincia” con el fin de “devolver a Ampudia el nivel gastronómico que nunca debió perder”, finalizan.

La localidad palentina tiene un nuevo punto de encuentro para hacer que los futuros comensales se chupen los dedos con sus mejores elaboraciones.