La Fiscalía de Castilla y León ha preparado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo para que se aplique la inhabilitación de la patria potestad y la agravante de género al maltratador del abreostas al que el Tribunal Superior de Justicia rebajó la pena.

La Audiencia de Palencia condenó a F.M.B. a 28 años y seis meses de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa y amenazas por atacar con un abreostras a su mujer en presencia de sus hijos en una calle de la capital palentina en marzo de 2017.

Sin embargo, la Sala de lo Civil y Penal del TSJ dictó una sentencia en la que, por una parte, se desestimaban los recursos formulados por el fiscal y la acusación particular, que entendían aplicables las penas de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad o privación de la patria potestad no impuestas por la sentencia de instancia.

Asimismo, estimó parcialmente el recurso de apelación formulado por la representación del acusado y rebajó las penas impuestas por los delitos de homicidio en grado de tentativa y amenazas, condenándole a siete años y seis meses de prisión y quince meses, respectivamente.

Según ha comunicado la propia Fiscalía de Castilla y León, entre los razonamientos del recurso para solicitar la inhabilitación de la patria potestad destaca que "los menores, en los supuestos de violencia de género, son víctimas" y que en este caso consta en los hechos probados de la sentencia recurrida que el ataque fue realizado "en presencia de los dos hijos menores y si bien el menor, por su corta edad, no tuvo consciencia de lo sucedido, el mayor, de seis años, sí la tuvo".

Asimismo, entiende que se debe incluir la agravante de género porque en la primera sentencia se deja claro que "tras una tormentosa relación de pareja con rupturas y reconciliaciones, el acusado, al no aceptar la separación, mantuvo una conducta de insistencia en los contactos con la víctima fin de conseguir verla y estar con ella, realizando acercamientos no deseados por la mujer con la excusa de ver a los niños", lo que refleja la superioridad del acusado sobre su expareja.