Las Médulas

Las Médulas César Sánchez Ical

León

Las Médulas, la mayor mina de oro del Imperio Romano

El yacimiento fue explotado durante 200 años, hasta que se agotaron las reservas

5 octubre, 2022 07:00

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Lo que un día fue un desastre medioambiental provocado se ha convertido, más de 2.000 años después, en uno de los atractivos turísticos de la provincia de León. Se trata del yacimiento de Las Médulas, la mayor mina de oro a cielo abierto de la antigua Roma, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1996 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Este paraje situado en la comarca de El Bierzo sigue fascinando a todo aquel que lo descubre pese al paso del tiempo.

La tierra rojiza se entremezcla, en el Parque Natural de Las Médulas, con ancestrales bosques de robles y castaños cuyos colores varían en función de la estacionalidad. De esta mina se llegaron a extraer toneladas de oro durante 200 años y el historiador Plinio afirmó que en ella trabajaban 60.000 personas a lo largo y ancho de sus tres kilómetros y a una profundidad de más de 100 metros. Los investigadores contemporáneos son más prudentes y cifran la cantidad de obreros en 20.000, algo que, incluso estando lejos de la cifra que aportaba Plinio, igualmente sorprende por su magnitud.

Antes de la llegada de los romanos, los astures ya explotaban Las Médulas para extraer oro. Cuando los conquistadores se dieron cuenta del potencial de la mina, codiciaron este territorio hasta hacerse con él entre los años 19 a.C. y 26 a.C. Para extraer este material precioso, los romanos provocaron todo un desastre ecológico que hoy sería considerado una auténtica barbaridad. Pero por aquel entonces, poco preocupaba el cuidado del medio ambiente, sobre todo cuando de obtener recursos se trataba.

Así, los romanos crearon un complejo sistema hidráulico que requería del uso de una gran cantidad de agua, a través de una red de canales excavados entre las rocas que transportaban el agua desde las altas montañas. A día de hoy, estos canales y sus ramificaciones pueden visitarse con la ayuda de un guía, así como las rutas y las cuevas donde se encontraba el oro. Los visitantes pueden contemplar incluso las huellas de los picos que utilizaron aquellos mineros de hace más de 2.000 años.

La explotación de esta gran mina finalizó en el siglo III, cuando ya no podía extraerse más oro. Las reservas se habían agotado tras 200 años de incesante trabajo. A partir de ahí, el codiciado material precioso dejó paso a la vegetación y la fauna autóctonas que hoy dejan ver un paisaje único.

Visitantes en Las Médulas

Visitantes en Las Médulas César Sánchez Ical

Qué ver en Las Médulas

Los visitantes que acudan a Las Médulas como destino tendrán la oportunidad de contemplar este fascinante paisaje desde el mirador de Orellán, situado a una altura considerable para admirar la magnitud de la gran mina de oro del Imperio Romano. Junto a este mirador, se localizan las antiguas galerías a las que también se puede acceder. Al final de la galería de Orellán, con un recorrido de unos cien metros, se encuentra un balcón en medio de un corte vertical en plena montaña. Este es uno de los puntos más atractivos de Las Médulas.

El recorrido por Las Médulas puede hacerse a pie, pero sin prisas. La Cuevona o La Encantada son otros lugares cuyo paso es obligatorio para los visitantes. Ir a Las Médulas no es solo una visita a una antigua mina de oro, sino también un aprendizaje de la historia y de la cultura de la antigua Roma. Sobre el propio yacimiento y las zonas de mayor interés en este puede encontrarse más información en la Casa del Parque de Las Médulas, que se encuentra en el municipio de Carucedo. Otras localidades de la zona que reciben a los turistas interesados por esta mina milenaria son Borrenes, Las Médulas o Puente de Domingo Flórez.

Las Médulas son el más ancestral vestigio del pasado minero en León. Un pasado fácilmente imaginable, a pesar de los 2.000 años que nos separan de la civilización romana, con solo recorrer sus enormes galerías. Un pasado que se convierte en presente para los cientos de visitantes procedentes de todas las provincias de Castilla y León, de España o de otros países que acuden sin dudarlo a redescubrir lo que un día fuimos.