La Fundación Silos otorga el Premio Sabina Silense de Honor al presidente de la Junta de Castilla y León entre 2001 y 2019, Juan Vicente Herrera Ical
La Fundación Silos reconoce a Juan Vicente Herrera con el Premio Sabina Silense por su apoyo al patrimonio de la villa
El expresidente reivindica el vínculo histórico de la Junta con Silos y agradece un reconocimiento que califica de "muy emocionante".
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La Fundación Silos entregó ayer el Premio Sabina Silense de Honor al expresidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera Campo, durante un acto celebrado en la Sala Abad Clemente del Convento de San Francisco, en Santo Domingo de Silos (Burgos).
El galardón reconoce su aportación clave en la creación y consolidación de la Fundación y su apoyo continuado a la recuperación del complejo franciscano.
Herrera expresó una "especial alegría" por recibir un premio que calificó como "muy emocionante". El expresidente de la Junta afirmó que para él supone "un privilegio haber tenido responsabilidades" en el Gobierno autonómico, puesto que le permitieron respaldar proyectos e infraestructuras en la zona.
Premio Sabina Silense
Además, subrayó que está "convencido” de que la Junta "va a seguir queriendo mucho” a Silos "porque lo merecen” y porque su monasterio "vivo” continúa siendo "clave” para la identidad de la villa.
Durante el acto, tanto el presidente de la Fundación Silos, Antonio Miguel Méndez Pozo, como el Padre Abad, Dom Lorenzo Maté, destacaron el "papel decisivo” del expresidente en el desarrollo de la entidad y en la recuperación del Convento San Francisco como sede.
La Fundación señaló que este reconocimiento es un "símbolo de gratitud” por un compromiso institucional prolongado que ha fortalecido la presencia cultural, espiritual y patrimonial de Silos en Castilla y León.
En su intervención, Herrera recordó con ironía la célebre frase de Groucho Marx sobre no querer pertenecer a un club que admitiese socios como él.
Afirmó que, en su caso, "no debería aceptar un premio” dirigido a personas con "méritos tan dudosos o discutibles” como los suyos.
Precisó que esta apreciación no responde a "falsa modestia”, sino a la convicción de que lo premiado es el "esfuerzo, la atención y el apoyo continuado” que la Junta ha prestado a Silos como una de las "joyas más brillantes” del patrimonio autonómico.
El exmandatario autonómico defendió que Silos es una "villa hermosa”, reconocida como conjunto histórico-artístico, y una "villa pujante” que en las dos últimas décadas ha crecido en actividades vinculadas a la llegada constante de visitantes.
También quiso señalar que se trata de un enclave dentro de un espacio natural con una biodiversidad rica, donde "la reina es la sabina”, un área que cuenta con la figura de Parque Natural de Castilla y León.
Herrera subrayó que por encima de todo "Silos es su monasterio, su comunidad benedictina”, un espacio donde —dijo— se percibe una "armonía perfecta entre la historia, el arte y la espiritualidad".
Y reivindicó que esta identidad entronca con la definición de Castilla y León como "Comunidad histórica y cultural”, una consideración que calificó de "muy importante” y que, aseguró, ha guiado la actuación de la Junta para proteger sus principales bienes patrimoniales.
El expresidente repasó algunas actuaciones impulsadas en colaboración con el Ayuntamiento y la abadía benedictina desde hace más de tres décadas.
Destacó la recuperación y rehabilitación del "magnífico” Convento de San Francisco, concebido como un espacio para el encuentro, el hospedaje y la celebración de actividades culturales, intelectuales y museísticos.
En un tono más personal, evocó su vínculo afectivo con Silos apoyándose en una reflexión del poeta zamorano Claudio Rodríguez: "Todos tenemos algunos lugares del alma".
Explicó que entre esos lugares "con un sello indeleble” están Silos y su comarca, y recordó sus propias raíces familiares en Ciruelos de Cervera y Hortigüela. Añadió que incluso "los más tontos de ciudad” conservan un nexo profundo con sus pueblos de origen.
Herrera dedicó también un homenaje especial a Dom Clemente Serna, figura esencial en la creación de la Fundación Silos y en la recuperación del Convento San Francisco. Recordó que la amistad entre ambos le permitió acceder en diversas ocasiones al entorno monástico y disfrutar de la reflexión y el recogimiento en sus espacios.
El expresidente afirmó que ha podido "pasear, rezar por el claustro vacío de Silos”, sentir la presencia de siglos de vida monástica y encontrar en la sombra del ciprés o en las noches frías del claustro un lugar para la introspección. Concluyó que esas vivencias siguen marcando su relación con un enclave que considera fundamental en su "geografía del alma"