Hallazgo excepcional en Peñaranda de Duero: encuentran en un pozo del siglo XVI un tesoro de armaduras ocultas

Hallazgo excepcional en Peñaranda de Duero: encuentran en un pozo del siglo XVI un tesoro de armaduras ocultas

Burgos

Encuentran un tesoro con decenas de armaduras ocultas en un pozo del siglo XVI en Peñaranda de Duero

La Junta exhibe en AR-PA las primeras armaduras recuperadas en el Palacio de Avellaneda y detalla el plan de restauración que avanza en Burgos y Simancas.

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El Palacio de Avellaneda de Peñaranda de Duero vuelve a situarse en el foco del patrimonio castellano y leonés. Bajo uno de sus patios, en un pozo sellado durante siglos, han aparecido decenas de piezas de arnés del siglo XVI. La Junta presentó hoy las primeras piezas en la Feria AR-PA Turismo Cultural, que se celebra hasta mañana junto a Intur.

La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, explicó que el hallazgo se produjo durante el control arqueológico de las obras de adecuación del palacio, que la Junta está transformando en hotel termal con la empresa Hotel Peñaranda de Duero. En la zona sur se localizó un pozo repleto de armaduras sumergidas.

“El conjunto, que todavía se encuentra en fase de estudio e investigación, consta de varias decenas de piezas de arnés de uso tanto para infantería como artillería”, señaló Sancho. Se han identificado capacetes, celadas, petos, espaldares, protecciones para caballería e incluso un pequeño cañón. Todo apunta a que pudieron pertenecer a la armería del VI conde de Miranda, Juan de Zúñiga y Bazán.

La viceconsejera recalcó que un hallazgo así “es sumamente extraño en un contexto arqueológico” y que destaca por “su elevado volumen, la calidad de las armaduras y la importancia del palacio y de sus poseedores”.

Estado en el que quedó una de las piezas tras su restauración

Estado en el que quedó una de las piezas tras su restauración

Primeras intervenciones de conservación

El hallazgo se comunicó de inmediato al Museo de Burgos, que participó en la extracción. Las armaduras, fabricadas en hierro, presentan un estado frágil por la humedad acumulada durante siglos. Por ello se actuó con rapidez para estabilizar los materiales.

Antes de iniciar la restauración completa, el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, en Simancas, realizó estudios en colaboración con el Museo de Burgos. Se probaron métodos de limpieza, estabilización y análisis de corrosión para definir los criterios más adecuados.

Un capacete fue la primera pieza intervenida. Su restauración sirvió como ensayo para seleccionar los tratamientos que se aplicarán al resto del conjunto.

Un proyecto a varias manos

Sancho destacó la coordinación entre organismos de la Junta y la colaboración con el ámbito privado. Subrayó que este hallazgo “marca un hito en el conocimiento del patrimonio militar del siglo XVI en la Comunidad”.

El objetivo es completar la restauración y que la colección pueda visitarse en el Museo de Burgos. Cuando llegue ese momento, Peñaranda de Duero recuperará una parte olvidada de su historia y Castilla y León sumará un nuevo capítulo a su patrimonio arqueológico más singular.