Cuatro jóvenes, tres de ellos de entre 15 y 17 años y uno de 18, han sido detenidos la tarde del pasado sábado después de recibir varios avisos por conatos de robos y agresiones en las laderas del Castillo. Fue entonces cuando desde la Policía Local de Burgos se estableció un operativo especial, localizando a un menor con la cara ensangrentada que manifestaba haber sido agredido tras sufrir un robo violento en el que le quitaron dinero y el teléfono móvil.

Con los datos aportados por la víctima y un testigo, encontraron a un grupo de cuatro jóvenes junto a la calle San Esteban. Al ser interceptados, comprobaron que portaban distintos enseres de otras personas, además de 70 euros, pasamontañas, guantes y prendas para tapar el rostro.

En un lugar cercano, también encontraron un teléfono móvil con daños relevantes, resultando ser el de la víctima de la agresión y robo. Varias dotaciones rastrearon la zona para buscar una presunta arma prohibida (una pistola táser) con la que habrían amenazado al agredido. La víctima fue trasladada por los agentes a un centro hospitalario y se dio aviso de lo sucedido a los padres del menor.

Cabe resaltar que tres de los cuatro jóvenes, los menores de edad concretamente, detenidos protagonizaron durante las fechas navideñas otro hecho por el que fueron denunciados. 

Además, el joven de 18 años implicado en este suceso fue arrestado por lanzar piedras de grandes dimensiones a los agentes de la Policía Local que llevaban a cabo un control de prevención de consumo de alcohol en menores y para evitar conductas delictivas de robo con intimidación o violencia.