Grupo Gabasa lo componen dos empresas situadas en Burgos, Chapas Gabasa y Láser Gabasa, dedicadas ambas al corte y el plegado de chapa para sectores como la automoción, el ámbito agrícola, la maquinaria industrial, o la construcción. En realidad, explica Pablo Arguinzoniz, «respondemos a pedidos para muchos sectores que necesitan nuestros productos».

En la compañía, que echó a andar en 1986 de la mano de José Luis, el padre de Pablo y de su hermano Diego -socio en la firma burgalesa-, se produjo un relevo generacional en 2020. Entre los objetivos que se marcaron, a partir de esa renovación en la gerencia, se situaba afrontar nuevas inversiones, así como abordar procesos de automatización y mejora de la actividad.

Para afrontar ese cometido, Grupo Gabasa, ubicado en el polígono industrial Burgos Este, ha adquirido nueva maquinaria y software que permite a la compañía avanzar en su propósito de crecer como industria 4.0. «Nos hemos planteado ser más productivos, más eficientes y más competitivos, que al final es lo que busca el mercado, y por tanto a lo que deberían tender todas las empresas», detalla Arguinzoniz, quien recuerda que Grupo Gabasa ha crecido en los últimos cuatro años.

Imagen de la factoría del Grupo Gabasa.

Precisamente, el desplegar nuevas inversiones, sobre todo en líneas de producción, instalaciones y soluciones informáticas, tiene que ver con eso. La disposición de inversión en los últimos tiempos se ha dirigido, por ejemplo, a adquirir una máquina de corte láser automatizada y con depósito, que hace más eficiente todo ese proceso. Y dicho desembolso lo han afrontado con el respaldo financiero de Iberaval.

30 empleos en el Polígono de Burgos Este

En la actualidad, Gabasa despliega su actividad en una parcela de 12.000 metros cuadrados, donde hay 30 puestos de trabajo y donde el crecimiento de la empleabilidad viene siendo constante en los últimos años.

La situación de la empresa, en el polo industrial que es Burgos, facilita su apuesta de crecimiento, tal como explica Pablo Arguinzoniz, dado que prestan servicio a grandes marcas presentes en la zona como Gestamp, Grupo Antolín o Hiperbaric, las dos primeras ligadas a la automoción y la última, a la agroalimentación. Desde allí atienden pedidos de Castilla y León, País Vasco, Cantabria y Aragón.

Imagen de la factoría del Grupo Gabasa.

«Tenemos numerosos clientes, porque abarcamos muchos sectores», explica el directivo, quien sentencia que la actividad principal se centra en la automoción. En concreto, la producción más amplia se refiere a piezas metálicas para el chasis de vehículos de todo tipo, industrial, camiones o automóviles particulares.

En los últimos tiempos Gabasa también ha incorporado, dentro de ese esquema de máquinas más productivas y eficientes, una plegadora. Preguntado sobre la incorporación de Inteligencia Artificial a su ecuación, y si la considera una oportunidad, Pablo Arguinzoniz es rotundo: «en nuestro sector al menos, a corto plazo, no es algo que valoremos, pero a medio, en dos, cinco o diez años sí creemos que llegará a todas las empresas, sobre todo en el ámbito industrial, porque te permite disponer de más información, más precisa, y el procesado de la misma a partir de menos recursos».

Y es que, a su juicio, el gran problema actual es que muchas compañías tienen una ingente cantidad de datos, pero no saben interpretarlos ni aplicar decisiones a partir de los mismos en su día a día.

En cuanto al contexto económico, el propietario de Grupo Gabasa reconoce que la subida de tipos y la incertidumbre no les ha hecho levantar el pie del acelerador. «Hay un dicho que apunta que cuando hay que invertir es en tiempos de crisis», afirma. Esa, precisamente, ha sido la filosofía empleada por esta empresa, que ha renovado una parte importante de su maquinaria.

Imagen de la factoría del Grupo Gabasa.

La subida de tipos ha afectado a todos

«Obviamente, hemos sufrido más costes financieros, un encarecimiento de los precios de la materia prima, nuestros salarios -al pertenecer al sector del metal- vienen ligados al IPC, por lo que el coste de la mano de obra también ha aumentado», indica. Si bien, agrega a renglón seguido, «todos debemos lidiar con todo eso, y al final se trata de hacerlo bien en el contexto empresarial».

El ámbito energético ha sido uno de los que más encarecimiento ha registrado en los últimos años, y Grupo Gabasa es una compañía electrointensiva. Si bien, como explica Pablo Arguinzoniz, la empresa tuvo visión para afrontar el momento que iba a vivir: «Los costes energéticos han aumentado mucho, pero gracias a una inversión que hicimos en 2020 en placas solares, hemos podido amortiguar ese encarecimiento, aunque sí hemos notado ese aumento».

Intensa actividad financiadora de Iberaval

Sobre Iberaval, recuerda que existe una relación histórica con la sociedad de garantía (SGR) líder del sector en España, que arrancó en el periodo previo a su entrada en la dirección de la compañía de esta segunda generación de la empresa familiar, y que se va a mantener. «Iberaval nos permite obtener financiación en mejores condiciones, poder invertir y hacer mejoras en el proceso productivo y en maquinaria», detalla.

Pablo y Diego Arguinzoniz, del Grupo Gabasa.

En ese sentido, afirma que «el trato y las soluciones que pone sobre la mesa la delegación de Burgos, que es con la que trabajamos, hacen que el proceso sea muy sencillo». Arguinzoniz indica que «estamos tan contentos con Iberaval que, en este año, ya hemos agotado el límite de financiación al que podemos llegar con la SGR, y prevemos seguir trabajando de su mano en futuras operaciones».

Y es que, como señala el propietario de Grupo Gabasa, «en tiempos como los actuales, con dificultades para obtener financiación en condiciones ventajosas, con Iberaval lo hemos logrado, y de una manera sencilla».

Sobre qué deparará el futuro, Pablo Arguinzoniz no duda en señalar que «llevamos más de 30 años en el mercado, y esperamos seguir al menos otros tantos».

Imagen de la factoría del Grupo Gabasa.

Iberaval en Burgos

En lo que va de año, Iberaval ha formalizado ya en la provincia de Burgos más de 51 millones de financiación, que se han repartido en 525 operaciones. Esto representa un avance con respecto al mismo periodo de 2022 del 8 por ciento.

En Burgos, según recuerda la directora de la delegación en dicha provincia, Inmaculada López, la operación media financiada por la sociedad de garantía asciende a 97.000 euros en la actualidad, con un plazo de devolución que se sitúa en los 47 meses, o lo que es lo mismo, casi cuatro años.

Además, Iberaval suma ya en la provincia de Burgos 3.572 pymes socias, además de instituciones como la Diputación Provincial, la Cámara de Comercio e Industria, la Federación de Organizaciones Empresariales FAE o el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) de Castilla y León, además de entidades financieras con presencia en el territorio.

Por sectores, los que mayor apoyo han obtenido de Iberaval en lo que va de año han sido los servicios (36%), la industria (18%), la construcción (16%) y el comercio (15%), respectivamente.

Las pequeñas empresas protagonizan más de la mitad de los expedientes, mientras que la microempresa acapara el 36% de los mismos.