
Mañueco abraza fuerte a María durante la entrega de los premios ICAL
María, la niña del premio Castilla y León “más bonito” y que ha logrado hacer llorar a todo a un auditorio
María Caamaño Múñez, una niña salmantina de solo doce años,se ha convertido en todo un símbolo para la Comunidad y ha recibido el premio Valores de la mano de un emocionado Mañueco.
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Hay premios que se otorgan con diplomas… y otros que se ganan con el alma. Y el de María Caamaño, sin duda, es de los que nos hacen mejores.
El auditorio Miguel Delibes de Valladolid se convirtió este 18 de junio en un templo de la emoción, la esperanza y la humanidad. Ya lo dijo la presentadora del evento Patricia Carrera, “cuando sientan que han tenido un mal día en el trabajo, piensen en María”.
Allí, en un acto que quedará grabado para todos los asistentes, María Caamaño Múñez, una niña salmantina de solo doce años, recibió el Premio Castilla y León de los Valores Humanos y Sociales 2024.
Pero más allá del reconocimiento institucional, fue el alma de María la que conquistó a todos. La suya es una historia que no conoce la rendición, que abraza la vida con fuerza, desde el dolor, pero también desde una luz que conmueve y transforma.
El momento más emotivo de la ceremonia llegó cuando el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pronunció unas palabras que provocaron lágrimas en más de un rostro: “La premiada más joven. Y también creo que el Premio más bonito, porque se lo damos a nuestra princesa guerrera futbolera contra el cáncer”.
El auditorio enmudeció por un instante, mientras María, vestida de azul y chaqueta blanca y con siempre luminosa sonrisa, subía al escenario.
Cuando Mañueco le hizo entrega del galardón, la emoción quebró por unos segundos la voz de la joven, que no pudo contener las lágrimas. Aunque es cierto que algo comentó al presidente que le hizo arrancar una carcajada.
Luego llegó un aplauso espontáneo y largo lo dijo todo. Fueron casi dos minutos de ovación ininterrumpida, un estallido de admiración y ternura que puso en pie a muchos de los asistentes.
El silencio se transformó en un abrazo colectivo, en un homenaje de corazones al coraje de una niña que lleva años luchando contra el sarcoma de Ewing, un cáncer raro y devastador.
Pero María no ha sido solo paciente, sino faro. El jurado del premio reconoció su labor al frente de ‘La Sonrisa de María’, un proyecto solidario que fundó junto al torero Gonzalo Caballero para recaudar fondos destinados a la investigación oncológica pediátrica.
En medio de su propio tratamiento experimental en el Hospital Niño Jesús de Madrid, María ha creado un movimiento de esperanza que combina sus tres pasiones: la tauromaquia, el fútbol y la música.
Corridas solidarias, conciertos benéficos, encuentros deportivos… cada evento es una nueva semilla sembrada por ella para que otras niñas y niños como ella tengan más oportunidades, más futuro, más vida.
Conocida en redes y medios como “la Princesa Futbolera Guerrera”, María se convirtió en un icono nacional cuando levantó la Eurocopa en Cibeles junto a la Selección Española.
La sonrisa de María es resistente y generosa.