Empleados públicos que llevan su coche a trabajar

Empleados públicos que llevan su coche a trabajar

Región

Trabajar y jugarse la vida en las carreteras rurales de Castilla y León por 19 céntimos el kilómetro

Sanitarios y educadores que trabajan en el mundo rural tienen que poner su coche para trasladarse entre pueblos llegando a hacer más de 600 kilómetros al mes: "No solo es cuestión de dinero, es de seguridad"

12 febrero, 2023 07:00

Se imagina la situación. Un agente de policía llega al puesto de trabajo en su vehículo propio, y en vez de comenzar a patrullar con el oficial, tiene que seguir haciéndolo con el suyo. Lo mismo puede ocurrir con un agente forestal cuando llega al bosque. No cabe en la cabeza, ¿verdad? Pues esto es lo que tienen que hacer desde hace muchos años, algunos empleados públicos de sectores como la Sanidad o la Educación que tienen que realizar su trabajo en sus propios automóviles para atender en zonas rurales. Aquí no hay coche de empresa ni vehículos oficiales.

Es cierto que la Junta de Castilla y León les abona el kilometraje, pero a un precio que no cubre el gasto que ahora mismo supone llenar el depósito después del alto incremento que ha experimentado el carburante en el último año. Sobre todo se vive en el ámbito rural, donde sanitarios o educadores tienen que cubrir varios pueblos. Por ejemplo en el caso de las enfermeras para desplazarse a prestar asistencia sanitaria entre los 3.665 consultorios que existen en la Comunidad autónoma.

Estas dietas estaban fijadas hasta ahora en 0,19 euros por kilómetro recorrido por el uso de automóviles y en 0,078 euros por el de motocicletas, y la Junta las ha actualizado, casi 15 años después, ante el incremento del carburante hasta los 0,21 y de 0,094 euros para motocicleta. Un gasto que según fuentes de la Junta aseguran a este periódico costó a las arcas públicas autonómicas más de 4,6 millones de euros en kilometrajes el pasado año.

[Esto es lo que la Junta pagará por kilómetro a los funcionarios que ponen su coche para ir a trabajar]

Pero en estos trayectos hay algo más, también existe un plus de peligrosidad, de jugársela en la carretera mientras estás trabajando. Y eso es algo que se denuncia desde los profesionales y que hacen hincapié sindicatos como Satse o CSIF, que exigen algo más. Las enfermeras han reclamado que se suba hasta los ocho céntimos por kilómetro, el doble de los cuatro aprobados por la Administración, para al menos compensar la subida del combustible. Mientras que CSIF advierte que un kilometraje menor a 0,31 hará que la Junta siga ‘saqueando’ los bolsillos de sus empleados itinerantes, que cifra en más de 7.000.

Así de claro lo considera la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) que, tras elaborar un detallado estudio económico, plantea una compensación económica por kilómetro de 0,31€ para un coche y de 0,127€ para una moto. “Cualquier actualización del kilometraje por debajo de esa cantidad”, asegura, “origina un enriquecimiento injusto por parte de la Administración autonómica, y que la pérdida del poder adquisitivo del empleado público continúe”. Aunque la junta entiende estas reclamaciones, asegura su incremento supera la media de indemnización por kilometraje establecida en el conjunto de las comunidades autónomas, que se sitúa en 0,22 euros por kilómetro. Y con eso se queda.

[19 céntimos por kilómetro desde 2004: los sanitarios logran que se actualice el precio de sus trayectos]

Lejos de negociaciones de despacho, El Español Noticias de Castilla y León ha pulsado el testimonio de los profesionales que cada día tienen que padecer esta situación. Ellos nos cuentan cómo ven la situación y si el aumento del coste del kilometraje resarce su día a día.

María Cubría: "Hago 600 kilómetros al mes"

A sus 48 años, María Cubria Gutiérrez se recorre casi 600 kilómetros al mes. Trabaja como enfermera en el centro de salud de Sahagún (León) y ella reside en Azadinos. Tarda 45 minutos en llegar a su puesto de trabajo y posteriormente comienza con la ruta de pueblos. Los lunes y martes a Castellanos (30 kilómetros ida y vuelta); el miércoles a Villacalabuey y Santa María del Río Cea (62 kilómetros) y los martes y viernes a Villamartín de Don Sancho, 50 kilómetros. “Y ahora no me quejo tanto”, asegura cuando recuerda su anterior zona de trabajo en la zona de Truchas la Cabrera donde eran dos horas para llegar a trabajar. Y así durante seis años donde se enfrentaba cada día a carreteras “muy malas” y a zonas con ciervos, corzos, jabalíes, buitres…

María Cubria posa dentro de su coche

María Cubria posa dentro de su coche

En su caso tiene que hacer frente al pago de ruedas especiales para nieve y recuerda que ya ha vivido más de una experiencia de aquaplaning y varios pinchazos. Lamenta que no haya ninguna facilidad o acuerdo de descuento con alguna empresa para reducir los gastos, incluso cuando tienes que cambiar de coche. “Todo lo ponemos nosotros y encima con una sonrisa porque hay que dar gracias por estar trabajando”. El aumento anunciado por la Junta es para ella “insuficiente”, ya que ahora el gasóleo es mucho más caro. Por último, apunta a que en ocasiones son más kilómetros cuando tienes que sustituir a compañeros o hacer Urgencias.

Paloma Robles: "Por la tarde me puedo encontrar restos de análisis"

Paloma Robles recuerda que esto del pago de kilometraje “es una denuncia histórica” de los empleados públicos. “Desde hace más de 10 años nos vienen pagando 0,19 céntimos, y antes la subida era menos dolosa, pero ahora con la subida de los carburantes es algo que no podemos hacer frente”, denuncia la enfermera de Atención Primaria que tiene su puesto de trabajo en el centro de salud de La Magdalena, a unos 40 kilómetros de León capital, los mismos que tiene que recorrer cada día y, más aún, cuando tiene que atender a municipios cercanos como Murias de Paredes o Somañas. “Algunos compañeros hacen 1.000 cada mes”, se consuela.

Así se encontró Paloma un día su coche después de trabajar

Así se encontró Paloma un día su coche después de trabajar

Sin embargo, no olvida que hace años también estuvo en zonas como Babia o Riaño, donde el invierno era “criminal” y han padecido muchas nevadas en las carreteras. En su caso, el coche se convierte en ‘público’ por la mañana por él pasan análisis de sangre y de orina, vacunas o jeringuillas. Por la tarde, ya es privado, para usarlo junto a la familia, pero han podido quedar restos de la mañana con lo que eso conlleva.

Además, recuerda que con la eliminación de la ley de medidas de 2012 ya les eliminaron todas las ayudas de acción social, por ejemplo un seguro que les cubría en caso de accidentes. Ahora ya no tienen nada. Por eso expone que sería bueno a la hora de negociar con la administración que se ponga sobre la mesa también un seguro y ayudas para comprar ruedas de invierno, en su caso, más necesarias que nunca para afrontar las carreteras de la montaña leonesa. “No queremos un coche para uno porque es utopía, pero sé más listo y negocia un precio justo y algunas mejoras”, critica la enfermera.

También incide en que subir por encima de los 0,20 céntimos “tiene trampa” ya que hay que declarar esa subida en Hacienda, por lo tanto “solo percibimos un céntimo de euro de subida”. También recuerda que dos médicas han ganado sentencias que han provocado que la junta ponga taxi y coche oficial. “Es cierto que no crea jurisprudencia, pero nos podemos acoger a ellas. Esto es una tomadura de pelo. Hay riesgos que no se deben correr”, critica.

Natalia Llorente: "Ya he tenido que cambiar de coche"

También los empleados públicos de la Educación sufren estas vicisitudes. Como ocurre con los sanitarios, no reciben ninguna prestación cuando realizan el desplazamiento desde su residencia al lugar de trabajo, pero una vez allí se tienen que trasladas a otros centros escolares cercanos. Es el caso de Natalia Llorente que cada dos días a la semana tiene que acudir a Rioseco de Soria, y hace 46 kilómetros de ida y de vuelta. Llorente recuerda que un coche conlleva muchos gastos, como ruedas, impuestos, revisiones, ITVs, seguros, averías…y lleva desde 2007 siendo itinerante. Ha padecido las carreteras sorianas, con animales de por medio incluidos, y eso ha provocado que ya haya tenido que cambiar de vehículo.

Natalia entra al colegio en Rioseco (Soria)

Natalia entra al colegio en Rioseco (Soria)

Y no, no ve solución en el aumento que ha realizado la Junta. “Se ha duplicado el precio de la gasolina y seguimos cobrando lo mismo. Se aprovechan de la buena voluntad y de las ganas que tenemos de trabajar, pero esto no solo va de dinero, también va de seguridad”, critica. Además, en su caso, recuerda que es profesora de Educación Física por lo que tiene que llevar el material de un lado a otro en su propio coche.

Mónica Calderón: "¿Quién va a querer venir a trabajar aquí?"

Las redes sociales son un hervidero con estas denuncias. Así lo hizo la enfermera Mónica Calderón Fernández, que se hizo viral con quejas por la situación que está viviendo cada día en la montaña Palentina. “He pensado que para desempeñar este precioso trabajo yo pongo el coche y vosotros me pagáis a 19 céntimos de euro el kilómetro que hago. El mismo precio al que me lo pagabais cuando acabe la carrera hace 23 años. Y digo que pongo mi coche pero también pongo las ruedas de invierno, los cambios de aceite, las revisiones y las reparaciones si en estos paseos que hago en vuestro nombre tengo un accidente”, explicaba.

Calderón publicó esta foto en su encuentro con ganado en las carreteras de Palencia

Calderón publicó esta foto en su encuentro con ganado en las carreteras de Palencia

"Ya sé que soy enfermera, no economista, pero no hace falta ser un lince para que no te salgan las cuentas. Y si ya le sumas que no hay sustitutos y el resto hacemos el trabajo de los demás cuando faltan, y tres o cuatro detallitos más que me voy a ahorrar. ¿Quién va a querer venir a trabajar aquí? No os llevéis las manos a la cabeza el día que nos plantemos y digamos basta, que vosotros estáis sembrando lo que vais a recoger”.

Los sindicatos han iniciado una campaña de concienciación dirigida a los empleados públicos de la Junta, para que se nieguen a usar su coche particular y exijan un coche oficial, ya que la obligatoriedad de usar el vehículo propio “no está en ningún documento o norma”.