El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado este miércoles que el país volverá al confinamiento general de marzo dese el viernes, aunque con algunas medidas más livianas que entonces. 

Después de que la evolución de la pandemia se haya desatado en los últimos días y tras imponer un toque de queda hace dos semanas que no parece haber funcionado, el presidente ha anunciado este nuevo confinamiento, que comenzará en la madrugada del jueves al viernes y que estará vigente al menos hasta el 1 de diciembre, si bien cada 15 días se evaluarán las medidas para endurecerlas o aliviarlas. 

El objetivo de este nuevo confinamiento será reducir la transmisión después de que en el último día los contagios superaran los 30.000 y las muertes llegaran a las 523 en un solo día, la cifra más alta desde abril. Así, pretende llegar hasta los 5.000 contagios diarios y reducir así los ingresos en el hospital. 

Mientras, las fronteras interiores en Europa seguirán abiertas para que los franceses en el extranjero puedan volver al territorio, aunque sin dar más explicaciones sobre ello. 

Sí continuarán abiertos los colegios y centros educativos, así como los servicios públicos. Pero solo se podrá salir de casa para trabajar o acudir al médico, mientras que cerrarán todos los negocios no imprescindibles. Quedará prohibido, por tanto, reunirse y la movilidad entre regiones.

Sí estará permitido, sin embargo, tomar un poco de aire fresco cerca de casa, según informó, aunque los bares y restaurantes también permanecerán cerrados. 

Alemania cierra bares, restaurantes y gimnasios

Alemania también ha tomado duras decisiones en las últimas horas por las que se cerrarán desde el próximo lunes los bares, restaurantes y gimnasios durante todo noviembre. 

Las tiendas, en cambio, sí continuarán abiertas limitando el número de personas que pueden acceder a ellas, un cliente por cada diez metros cuadrados, y el turismo se eliminará.