Remite la búsqueda del joven de 23 años de nacionalidad boliviana desaparecido desde dos semanas, Gabriel Omar Mancilla Pérez, que responde al nombre de ‘Chema’. Las tareas de rastreo se han aplazado tras rastrear todo el entorno del río Tormes, donde se sitúa su última conexión telefónica, a la altura del hotel Doña Brígida. Incluso se amplió la zona de rastreo a otros municipios del alfoz sin éxito alguno.

Precisamente esta semana el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Antonio Andrés Laso, ha afirmado que no se descartan otras líneas de investigación después de que inicialmente todo apuntara a un suicidio. Por el momento no ha ofrecido más datos al respecto, asegurando que la Policía Nacional trabaja en esas otras hipótesis de forma paralela. Si aparecen nuevos indicios se retomará la búsqueda.

Fue el pasado 12 de marzo cuando se le vio por última vez. Eran sobre las cinco de la tarde cuando se le perdió la pista. Llevaba pantalón gris y una cazadora negra, mide en torno a 1,70 metros y es de complexión normal, unos 75 kilos.

Días atrás incluso produjo el descenso del caudal del río Tormes hasta la mínima expresión a su paso por Salamanca, propiciando una imagen desconocida por muchos habitantes de la capital charra. Así, parecía como si apenas hubiera río en una época de gran sequía con la intención de facilitar la búsqueda del cuerpo del joven.

Por eso, un helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía y un equipo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) se incorporaron a las tareas de búsqueda de Policía Local de Salamanca, servicios de Bomberos y Protección Civil del Ayuntamiento de Salamanca y de la Diputación Provincial y Guardia Civil. También otro medio aéreo, un helicóptero de la Guardia Civil, e integrantes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de este cuerpo. Pero de momento ni rastro del joven Gabriel Omar.