Cada día es más difícil por muchas razones escribir sobre el mundo que nos rodea. La filosofía woke que todo lo amenaza, el falso progresismo que coarta la libertad y el miedo son algunas de las causas. La locura está por encima de la cordura. El mundo está tan gris como el otoño.

Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia han acordado el martes 31 de octubre reforzar su cooperación destinada a la expulsión de los emigrantes que se encuentren en sus territorios de forma irregular, mientras aquí los soltamos sin control en nuestras calles. En algunos países se empiezan a dar cuenta de que no aportan si no restan. El 'plan Kalergi', nombre del padre fundador de la UE, que describe en su libro 'Idealismo práctico' empieza a ser cuestionado. Aquí de momento o como siempre no hay capacidad para la iniciativa. Siempre a remolque de los que nos digan. Siempre haciéndonos los agradables para quedar bien y que nos den un carguito en Europa. No es racismo sino sentido común. La ministra checa de defensa pide abandonar la ONU.

Los que nos administran han aprendido a mentir más que un presentador en la tele y mira que es complicado. Dicen que el pueblo ha votado progreso, pero lo cierto es que cuando aparece don progreso ha de ser alejado del pueblo para que no oiga lo que le cantan. Va así ganando terreno al pueblo. Cuando no está él y sus amigos la verdad es que nadie los echa de menos.

Nadie debería poder desempeñar un cargo político en España sin haber jurado de forma debida y solemne la constitución y su bandera. Además de firmar un documento en el que se pidiera responsabilidades penales. Deben recuperarse los valores y principios o estamos condenados al cachondeo de unos pocos o a la desaparición de la democracia como la hemos tenido hasta ahora. El que quiera jurar por Snoopy que deje España con su asociación de mermados.

Hemos asistido esta última semana a las declaraciones de Gretaloca que ni Gila las habría hecho mejor al decir que hay que usar aviones a pilas, misiles biodegradables y granadas veganas, además que los tanques no pisen las plantas. Cuando los mermados no tienen un guion no saben lo que dicen. Hemos oído a la planchadora que hay cien millones de pobres en España, los que estamos y los que han de venir suponemos, así las cosas se va consumando la conformación de la banda. El peor de los ciudadanos es aquel que quiere pasar por bueno siendo malo o siendo ignorante por listo. Escribir ya no es respirar a través de las letras. Mal asunto.