Cada día duele más el pensamiento. Toca este mes escuchar un despropósito tras otro y lo que es peor también a periodistas que hace de amplificador y que tampoco pasan de una mediocridad y conocimientos de lo más absolutos. Lo que no es, no es. No se pueden titular con tonterías falsas verdades. La mediocridad nos rodea y nos devora. No se quitan el chándal ni para escribir. Foskito thunberg ha consumido tantos bollicaos que su familia está en déficit de recursos por el cambio climático. Hemos aprendido también a dar valor a la mentira y la gandulería utilizando a los niños. Tertuliano a nivel de su audiencia. Seguimos en la estupidez, lo absurdo, lo ridículo, la ordinariez, lo soez, el chonismo, la vulgaridad, lo decadente, la incultura, el mal ejemplo y la indigencia intelectual. No son más tontos porque no se entrenan.
Nuestros policías no pueden defendernos. En Mataró una horda de seres de luz expulsó del barrio a un grupo de policías. En Prat de Llobregat los narcotraficantes asaltaron una comisaría de los mossos toda la noche ante la detención de uno de ellos. Las sedes de los partidos mayoritarios ya han sido atacadas. Buena alegoría futuro que se avecina. La policía lo tiene cada día más difícil para defendernos. En Madrid un nuevo símbolo de progresía y de lucha contra el cambio climático será el crear plazas de aparcamiento para mujeres más amplias y pintadas de rosa porque hay más hombres conduciendo. La nueva dádiva compravotos quieren que nos cueste veinte mil euros a los que hemos trabajado toda la vida por deporte. Se ha oído que también quieren proteger las playas de Madrid y ampliar el metro de Almería. Estamos a la espera de que en Castilla y León alguien nos ofrezca las vistas al mar. En un concierto de Barcelona hemos visto que los que organizan guerras también son capaces de tocar la pandereta. Ahora también resulta que el diésel ruso viene de Marruecos.
El Consejo del Poder Judicial advierte que la ley de la vivienda es inconstitucional e invade las competencias autonómicas, contradice la regulación civil e introduce topes al alquiler. Al final menos oferta y alquileres más caros partiendo de una nueva ilegalidad. Otro disparate es que España acepta que USA le desvíe emigrantes latinos cada mes desde centros en Guatemala y Colombia para que nos vayamos convirtiendo en Guatepeor. Cuando se regala el dinero sin trabajar no es fácil ponerse en el lugar del que se levanta temprano, soporta acoso laboral o explotación de cualquier tipo, no saben que comprarse unos zapatos buenos son un lujo cuando te los tienes que pagar con tu dinero. Cuando se gana el sustento y el techo trabajando el alma se engrandece y lo agradece, cuando se parasita el alma se encoge y se acaba siendo un miserable.
Nos podemos preguntar si nos va a pasar algo peor. Seguro que sí. La democracia no debería ser un pasatiempo ni un modus vivendi para que, quienes no han creado jamás riqueza, ni desempeñado trabajo alguno, legislen sobre circunstancias que por eso mismo ignoran. Para trabajar seriamente en nuestro país te piden cinco años de experiencia con veinte años, con cincuenta ya eres muy viejo para trabajar pero a los sesenta y cinco eres muy joven para jubilarte. De momento después de la Semana Santa y el puente de mayo estamos hartos de entrar en farmacias y ver gente sin mascarilla tosiendo pidiendo algo para la tos. La que nos espera es gorda.